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Carta a mi hija G. K. o cómo elaborar el duelo por un hijo no nacido

Hoy os traigo una carta sanadora y liberadora de heridas. Escrita por K., una mamá a quien he acompañado en su segundo embarazo y en diferentes épocas a transitar por  las luces y las sombras de la maternidad y muy recientemente a sanar y cerrar el duelo por su hija no nacida: Gianna Kate, que perdió en su semana 37 de embarazo. Esta es la carta que ha escrito hace muy pocos días y que ha querido que publiquemos hoy en el blog. Porque los duelos por los hijos no nacidos, merecen ser visibilizados, contados y traídos a la luz de la familia y de la sociedad. Os dejo con ella:

Querida hija G.

Aún me acuerdo el día que llegaste en nuestras vidas.

Papá y yo estábamos en la cama esperando el resultado del test de embarazo que hice. Los dos estábamos impacientes por ver el resultado. Pasados los minutos de espera, por fin vimos el resultado: Embarazada 3+. Compramos el mejor test de embarazo. Queríamos que fuera el más eficiente, el más preciso. Estaba embarazada de más de 3 semanas. Papá y yo nos pusimos a llorar de emoción. Estábamos muy contentos de que hubieras llegado en nuestras vidas. A partir de ese día empecé a cuidarme un montón. También empezaron las visitas a los médicos, las ecografías, los análisis, los controles, etc.

Todo iba viento en popa. Ya estaba en la semana 37. Quedaban 3 semanas para verte. Teníamos toda la ropa preparada, la cuna montada, la bolsa del hospital preparada, la habitación casi lista. Teníamos un montón de cosas para ti, para que nada te faltara.

La mañana del 30/06/2013 me desperté pronto, sobre las 7h. de la mañana. No te noté, no noté ningún movimiento. No quise preocuparme. No quería pesar que pasaba algo. Así que se lo comenté a Papá y me dijo que tal vez estarías durmiendo.

Volví a dormirme y al despertarme a las 12h. no te noté. Fuimos directamente a Urgencias, al Hospital del Pilar. La comadrona que me atendió me puso directamente el líquido transparente y las correas. La noté que también estaba un poco nerviosa. No paraba de mover el disco para encontrarte el latido del corazón. Luego me llevó a otra habitación. La comadrona estaba más cariñosa de lo normal y eso no me gustaba. No quería pensar que algo pasaba. Me hicieron la ecografía. El doctor que me atendió nos dijo que no estabas. Que tu corazón no latía. Ví la cara de Papá y empezó a llorar diciendo: “Noooo, pero si faltaba 3 semanas”. La cara de Papá lo decía todo. Yo me quedé en Shock. En ese momento no me salió ni una lagrima. No podía asimilar todo lo que estaba sucediendo. Ahora tocaba estar tranquila para la operación. Para sacar tu cuerpo dentro de mí.

Me llevaron en una habitación para proceder a la dilatación y después al parto. Mientras estábamos en la habitación en el proceso de dilatación, Papá me dijo: Guardaremos el nombre de Gianna Kate. Yo empecé a asimilarlo todo y empecé a llorar de vez en cuando. Horas más tarde, llego el momento del parto. Todo salió bien (en relación al parto). La comadrona se acercó a nosotros y nos mostró tu carita, tu cuerpecito. Estabas perfecta hija mía.

Poco a poco fuimos llevando el duelo de la mejor manera posible.

Lo más duro fue salir del hospital sin llevarte en mis brazos hija mía. Me asomaba en la ventana del hospital y veía los carritos de bebé o las mamás que salían con su bebé en brazos y me preguntaba una y mil veces: Qué es lo que he hecho mal? Porque ellas sí y yo no?

La vida seguía. Nosotros, Papá y yo, teníamos que seguir adelante sin ti. Fue duro aceptar. Aceptar tu ausencia, aceptar lo que había sucedido, aceptar que no estarías nunca más con nosotros.

Meses más tarde volví a quedarme embarazada.

Empezaba el año 2014, yo quería empezar el año con mucha positividad. Quería cerrar una etapa y empezar otra. Pero poco a poco, sin darme cuenta, fui apartándote de mí, de mis pensamientos, de mis recuerdos.

Gracias a Mónica Manso, compañera y amiga de la maternidad, por acompañarme a sanar el duelo de mi hija, te he vuelto a recordar hija mía Gianna Kate. Ya no recuerdo la última vez que estabas en mis pensamientos.

Hija mía, G.K.
Perdóname por no haber ido antes al Hospital,
perdóname por querer pensar que no pasaba nada,
perdóname si he hecho algo mal,
perdóname si no te he cuidado bien,
perdóname si no he llorado lo suficiente,
perdóname si no he expresado suficiente mi tristeza y mi dolor,
perdóname si he querido levantarme lo antes posible y cerrar esta etapa,
perdóname si te he querido apartar de mi,
perdóname si te he olvidado durante estos últimos meses y años.
perdóname hija mía.
Que sepas que yo, Mamá, te quiero mucho.
Aunque físicamente no estés conmigo, con nosotros, siempre estás en mi corazón hija mía.

Hoy, día 30/06/2017, a través de esta carta, quiero honrarte, quiero reconocer que eres mi hija. Que aunque seamos tres físicamente, realmente somos cuatro en esta família.

Escribiendo esta carta para ti he llorado todo lo que no lloré en su debido momento.

Te envío mucha luz allí donde estés hija mía. Te quiero mucho Gianna Kate. Siempre estás en mi corazón, no lo olvides.

Mamá
K.L.G,

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Niños Altamente Sensibles: sus cualidades, mis vivencias y las claves para cultivar su don

Si estás leyendo esta página es porque quizás tienes la intuición de que tu hijo es un Niño Altamente Sensible o lo que también se denomina personas PAS.

No eres la única. Yo también visité muchas páginas en internet para buscar información, primero para mí misma, para saber si yo era una Persona Altamente Sensible (PAS), hasta que descubrí que no sólo yo me identificaba con alguna de sus cualidades sino que también las veía en mi hijo.

Cuántas veces pensé en mi fuero interno ¡pero qué quejica es! Cualquier roce, pequeña caída o golpe, supone un gran dolor para él. A menudo se queja de que la ropa le molesta y le hace rozaduras. Los ruidos fuertes le molestan muchísimo, así como algunos olores. No soporta los lugares donde hay muchos estímulos y le encanta estar en casa (¡con lo que me gusta a mi salir!). Su tolerancia a la frustración es realmente muy baja (de verdad, baja, baja), se siente ofendido con facilidad, siempre le ha costado mucho conciliar el sueño, como si no pudiera dejar de estar ‘alerta’, es muy observador y muy prudente también, hace preguntas profundas… y más cosas que no cuento por guardar su intimidad.

Todas las personas que le han conocido a primera vista siempre nos han dicho lo mismo ‘qué sensible es este niño’ y yo lo escuchaba y pensaba pero ¿cómo lo ven? O ¿a qué se refieren exactamente?

Ha habido momentos en que he tenido todas estas situaciones tan en primer plano que tengo que admitir que no las he visto con claridad y menos como una cualidad, sino más bien como algo que me molestaba porque me obligaba a estar muy presente y muy atenta, demasiado para las prisas en las que nos movemos hoy en día. O demasiado para una mujer tan activa y fuerte como yo…

Si te has identificado con alguna de estas situaciones o sensaciones, bienvenida al club. No te alarmes ni te preocupes porque nuestros hijos tienen el DON de la alta sensibilidad. Y estoy convencida de que este don va a ser muy preciado en el mundo futuro que van a heredar, con tanta tecnificación y robotización, la sensibilidad corporal y emocional y la empatía van a estar muy valoradas y necesitadas.

Para mí fue un alivio conocer el mundo de las personas PAS y los niños altamente sensibles, fue como un ¡aha, ahora lo entiendo todo! Y a partir de ahí me relajé y desde entonces he podido vivir esta cualidad de mi hijo como algo muy valioso e irle señalándole de vez en cuando que tiene ‘una gran conexión con su cuerpo y sus emociones’.

¿Cómo saber si tu hijo es altamente sensible?

Lo primero que quiero resaltar es que absolutamente todos los niños son únicos y especiales y nuestra tarea como padres es hacérselo saber.

A partir de aquí, hay una serie de cualidades que se les atribuyen a los niños PAS que han recogido muchos autores en sus libros y de los cuales yo me quedo con la autora del libro ‘The Highly Sensitive Child’, Elaine Aron, quien ha creado un test para saber si tu hijo encaja con alguna de las cualidades.

Aquí las tienes:

Se sobresalta fácilmente.
Se queja de que la ropa le molesta, o las etiquetas irritan su piel.
No le suelen gustar las grandes sorpresas.
Aprende mejor de una corrección suave que un castigo fuerte.
Parece leer la mente.
Usa palabras o un lenguaje más maduro para su edad.
Percibe los olores más sutiles.
Tiene un sentido del humor particular.
Parece muy intuitivo.
Se le hace difícil dormir después de un día emocionante.
No se encuentra a gusto con los grandes cambios.
Se quiere cambiar la ropa si está mojada o tiene arena.
Hace muchas preguntas.
Es perfeccionista.
Percibe la angustia de los demás.
Prefiere el juego silencioso.
Hace preguntas profundas y estimulantes.
Es muy sensible al dolor.
Le molestan los lugares ruidosos.
Nota sutilezas (algo que ha sido movido, un cambio en la apariencia de una persona, etc.)
Antes de dar un salto se asegura de que no haya peligro.
Funciona mejor cuando no está en presencia de extraños.
Siente las cosas profundamente.

Si has identificado 13 o más, Elaine Aron dice que tu hijo puede ser un niño altamente sensible. Puedes mirar toda la información al respecto del test aquí (en inglés).  También te invito a realizar el test que ha desarrolado la Asociación PAS España aquí: www.pasespaña.com/test-personas-altamente-sensibles   para niños: www.pasespaña.com/test-ninos-altamente-sensibles

¿Cómo acompañarles a cultivar su don?

En mi caso ha sido todo un proceso. Primero lo hablé con mi pareja para ver si él también tenía la misma sensación que yo y cuando le presenté la información coincidió conmigo. Después vino un proceso de reconocimiento, aceptación y validación de sus cualidades para poder acompañarle mejor en su educación y crecimiento.

Para mí, hay 3 claves fundamentales para acompañarles:

  • Validar sus emociones y sentimientos.
    Es algo que siempre hemos hecho con nuestro hijo. Animarle a expresar sus emociones: tanto la rabia, como la tristeza, el miedo y la alegría.
    Nombrárselas y darle el espacio y el tiempo para reconocerlas en sí mismo y poderlas aceptar y transitar. Porque así también puede reconocerlas y aceptarlas mejor en los demás. Además cuando validamos sus emociones también estamos potenciando su autoestima.
  • No mencionarle que es ‘diferente’ o especial’.
    Sino simplemente ponerle un nombre a las cosas que le suceden. Por ejemplo que tiene ‘una gran conexión con su cuerpo o con sus emociones’, o ‘que bien que captas las emociones de los demás’. Es importante naturalizar sus cualidades.
    Acompañarle en sus dolores físicos de manera natural por pequeños que parezcan sin darle más importancia pues los niños altamente sensibles tienen un umbral del dolor mucho más bajo que los demás.
    Acompañarle en su relación con los demás niños y personas de su entorno validando sus sentimientos y apoyándole también.
  • Respetar su ritmo interno y su personalidad.
    Si necesitan quedarse más en casa, más que otros niños, pues permitírselo (siempre que no sea en exceso) aunque a ti te guste mucho salir a la calle, como a mi…
    No caigas en el error de que se tiene que ‘espabilar’ o ser más fuerte y querer que haga deportes de competición o campamentos porque va a ser peor. Nuestra misión como padres no es cambiarlos sino guiarlos a que se conozcan mejor y a que descubran sus propias cualidades. Normalmente tienen que ver con el arte y la música pero no siempre. Estáte atenta a cuáles son para reforzárselas.

Con estas 3 claves nos aseguramos de que el niño se sienta visto, escuchado y valorado para que él se pueda ver, escuchar, valorar y cultivar en sí mismo esas cualidades o don.

Al final, con los Niños Altamente Sensibles, nos va a ayudar mucho seguir las bases de la crianza respetuosa: amarle, respetarle desde el corazón y acompañarle a desplegar todo su potencial en el mundo.

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REPRODUCCIÓN ASISTIDA: la historia de superación de Virginia Márquez

Hoy os traigo otro post de la sección Mamás que inspiran en los que hablamos de historias de superación y coraje en relación con la maternidad.

Llevo muchos años acompañando la maternidad y nunca antes habíamos atravesado un momento donde tantas parejas acuden a la reproducción asistida en busca de ayuda para tener un bebé. Hoy en día la reproducción asistida se ha introducido en nuestra sociedad como algo prácticamente imprescindible.

La parte más dura del proceso es la emocional, conseguir gestionar las emociones y mantener la confianza es primordial. Para hablarnos sobre ello en primera persona, he entrevistado a Virginia Márquez. La historia de superación de Virginia puede ayudar e inspirar a muchas parejas que están pasando por el (largo) proceso de reproducción asistida a tener confianza y a creer que todo es posible.

Virginia es mamá de unos hermosos mellizos: un niño y una niña de 3 años.
Pasó junto con su pareja por un largo proceso de 5 años hasta que tuvo a sus hijos en sus brazos.
5 años con 5 FIVS (fecundación in vitro), 2 intervenciones quirúrgicas -una de su marido y otra suya-, y 2 pérdidas gestacionales.
Virginia es además enfermera en la Maternitat de Barcelona y además ha sido alumna mía de la formación de doulas. Te dejo con ella:

  • Hola Virginia, me gustaría que nos contaras un poco más en profundidad tu historia.

Hola Mónica, mucha gente al decir que he pasado por 5 FIVS se sorprende y juzga rápidamente, aunque esto en realidad no es algo que me importe. En esos 5 años mi marido y yo nos cuidamos mucho, tanto a nivel mental, como de pareja e individualmente. Hacíamos yoga, acupuntura, medicina ortomolecular…, y hablábamos mucho entre nosotros.

Tanto en nuestro entorno como a nivel familiar, decidimos no esconderlo. Los médicos nunca nos dijeron que lo tuviéramos difícil, y que más bien, teníamos mala suerte, ya que teníamos muchas cosas a nuestro favor, como nuestra juventud.

Las dos pérdidas gestacionales fueron mucho más duras que pasar por los tratamientos. La primera hija que perdimos fue con 19 semanas, a causa de una listeria. Por esta infección, sufrí un shock séptico que me llevó a la UCI varios días. La segunda pérdida fue a las 10 semanas por un aborto diferido. Fue otro golpe importante.

Finalmente, en el último tratamiento, conseguimos embarazo de mellizos. Pasé un embarazo tranquilo en mi casa, cuidándome mucho, aunque con muchos miedos, por supuesto.

Por fin tuvimos a nuestros preciosos gemelos, llenándonos de amor infinito.

  • ¿Cómo lo hiciste para gestionar tus emociones, seguir teniendo la moral elevada y seguir confiando y creyendo que podía ser posible a pesar de tantos intentos de reproducción asistida y además las pérdidas?

Bueno, uno en realidad no piensa que el camino puede llegar a ser tan largo y con tantas dificultades. Pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta que es una carrera de fondo, y lo que va sucediendo lo vas aceptando y asumiendo. Pero es cierto que mientras se pasa por ello es un camino intenso donde la incertidumbre y ansiedad por el futuro es algo constante.

Recuerdo mirar el calendario en mi trabajo – trabajo con bebés – y siempre iba contando reglas, haciendo suposiciones y pensando siempre en un embarazo en el futuro. Puede sonar como una obsesión visto desde fuera pero en realidad es parte del camino y la lucha. Siendo ésta una forma de llevarlo.

Hablándolo con mis amigas virtuales ellas lo vivían muy parecido incluso recuerdo que teníamos una lista para saber en qué momento concreto nos encontrábamos del tratamiento y así comprender mejor cómo se encontraba cada una en cada fase. Hablar con ellas casi a diario fue un pilar muy importante de sostén.
Por otro lado salir a caminar cada día por la playa con mi marido y hacer acupuntura me ayudaron muchísimo en toda esa ansiedad que iba generando.

  • Y por fin tienes a tus bebés contigo. Me gustaría que nos explicases cómo fue el primer año después de la llegada de los mellizos. O sea, ¿cómo fue tu vivencia del posparto?

Fue muy intenso y con mucho trabajo. Los dos primeros meses fueron de un cansancio extremo, que además nos liamos -en pleno posparto- a hacer una mudanza.

Los amamanté de forma exclusiva, sin ningún solo biberón, y continuamos con la lactancia durante tres años. Esto me llena de satisfacción y orgullo, haciéndome sentir que la lactancia ha curado todas las heridas pasadas. También iniciamos la alimentación complementaria con BLW (Baby Lead Weaning), que fue otra etapa muy divertida.

El tema del sueño también fue una etapa muy complicada, ya que todo se multiplicaba por dos, incluidos los despertares. Poco a poco fue pasando esa etapa, por suerte.

  • ¿Cuáles han sido los retos más grandes en tu camino de madre?

La lactancia con dos bebés ha sido un reto importante; aunque fluyó muy bien desde el principio, el esfuerzo y el cansancio fueron importantes. El recuperarme –tanto a nivel emocional como físico- y asumir una cesárea programada, para mí no era algo ideal ni agradable. No era una situación que me gustase, y tuve que digerir y trabajar este hecho desde que me lo “plantearon” en el embarazo.

  • ¿Cómo lo digeriste y trabajaste?

Pues de nuevo me encontraba que un proceso supuestamente natural como es la concepción y el parto se convertía en algo completamente medicalizado, incluso me planteé cambiar de hospital pero mi historial médico estaba en contra y sería lo mismo en otro hospital. Así que asumí la cesárea programada con anestesia general y me planifiqué mi plan de partos. Solo nacer mis gemelos hablamos con la comadrona para que mi marido pudiera hacer piel con piel y una vez yo despertara de la anestesia hacer yo piel con piel e iniciar la lactancia con los dos.
Intenté sacar lo positivo aunque como digo no fue plato de buen gusto y pensé que al menos sabía el día que nacerían.

  • ¿Cómo te ha transformado como mujer y como persona la maternidad?

Replantearme la crianza de mis hijos de como lo hicieron mi madre, mi abuela y mis antepasados, y ver que en cada generación algo cambia y se transforma. El querer evolucionar y sanar cuestiones que van pasando de generación en generación. Siguiendo con la transformación, destacaría también el hecho de empoderarme con la crianza y lactancia de mis hijos, conocer el amor infinito y sentir el instinto maternal.

  • ¿En qué etapa te encuentras en tu maternidad? ¿Por qué se caracteriza?

Aunque lo sigo viviendo con mucha intensidad, porque aún siguen siendo muy pequeños, es una etapa más relajada que las anteriores. Verlos crecer juntos, cómo son cada día más independientes, cómo juegan, su nuevo vocabulario, ver cada día cómo aprenden algo nuevo –y yo de ellos-, es precioso.

  • Eres enfermera de un conocido hospital de Barcelona, ¿cómo has podido compaginar tu profesión con la maternidad?

Por un lado, es agotador, porque tengo turno de noche. Pero por otro, me permite pasar muchas horas con mis hijos, pudiendo conciliar con la vida familiar. Pero lo más importante es tener un marido maravilloso, que me apoya 100%, tanto a nivel profesional como en la implicación de la crianza, haciéndolo todo mucho más fácil.

  • ¿Cómo has complementado la formación de doula con tu carrera de enfermería?

Llegué a la formación de doula de casualidad, y descubrí un mundo maravilloso de compañerismo, de búsqueda interior y del poder femenino. El acompañamiento en la maternidad y de las familias en su hogar, viviendo y conociendo la diferencia frente a la situación en el hospital.
La formación ha sido completa en muchos sentidos, tanto a nivel de crecimiento personal como de adquisición de nuevos conocimientos, sobre todo a nivel de lactancia materna, pudiendo aplicarlo en mi profesión.

Para terminar, ¿qué consejo darías a las madres que se están planteando empezar un proceso de reproducción asistida?

Que se apoyen mucho en su pareja y dialoguen muchísimo. Cuidarse mentalmente es importante ya que nunca sabes lo largo que puede ser el camino hasta tener a tu hijo contigo. A mí me ayudó realmente buscar otras mujeres en una situación parecida a la mía y que lo estaban viviendo al mismo tiempo que yo. A través de foros conocí mujeres maravillosas. Al principio nos conocimos de manera virtual pero luego nos conocimos físicamente. Esto nos ayudó a sobrellevarlo bien. La solidaridad entre nosotras a muchos niveles fue importante y siempre intentábamos animar cuando alguna decaía.

Doy las gracias a Virginia por su generosidad al hablar con tanta honestidad sobre un tema tan íntimo como la reproducción asistida.

Si resuenas con su historia, si tú también estás pasando por un proceso parecido, o si simplemente quieres comentar alguna cosa, te invito a hacerlo a través de los comentarios del blog. Muchas mujeres cada semana vienen en busca de inspiración o consejo y tu historia puede ser de gran ayuda.

Mónica Manso

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Nuevas Maternidades para el día de la madre

En estos días en los que se celebra el día de la madre y en los que nuestra labor se hace visible, reconocida y valorada por el mundo de afuera (la sociedad), me gustaría señalar la importancia que tiene que este reconocimiento nos lo demos el resto del año a nosotras mismas. Recordar ofrecernos las palabras dulces, el cariño y los pequeños detalles con la misma compasión y devoción con la que cuidamos de nuestros hijos.

Por eso recupero hoy un texto titulado ‘Nuevas Maternidades’, para romper un poco con este día tan ‘ideal’ y bajar la maternidad al mundo real. Está escrito por Elena Plaes, colaboradora habitual de este blog. Os dejo con él.

Nuevas Maternidades. Por Elena Platillero

“La maternidad en el siglo XXI es difícil, muy difícil. Nuestra identidad como madres en la sociedad actual está constantemente condicionada. Vivimos cuestionadas por la familia, la pareja, el entorno laboral, los amigos, el sistema médico, el político, la Iglesia, la televisión y un larguísmo etc.

Nuestro rol como mujer-madre está bajo una supervisión constante. Nacemos mujeres, crecemos, y en algún momento de nuestras vidas nos planteamos ser madres, o no: ¿Quiero serlo? ¿Cuándo? ¿Me juzgarán? ¿Seré demasiado joven o demasiado mayor? ¿Podré hacerlo sola?

El deseo de la maternidad por la maternidad ha sido relegado a un tercer o cuarto puesto, incluso puede que más allá, en la larga lista de preguntas que nos hacemos ante este acontecimiento.

Ante esta soledad y falta de apoyo, las nuevas tecnologías y redes sociales ofrecen soporte. Los grupos de Facebook, Whatssap, blogs o webs sobre maternidad son información e intercambio de ideas y experiencias que vuelven a dotar a la mujer de aquella sabiduría heredada durante generaciones y que nos robaron en algún momento de los últimos cincuenta años.

Cincuenta años de medicalización del parto, de desinformación y alienación de la energía femenina en pos de su emancipación/realización dentro del sistema laboral patriarcal… Todo ésto provoca que las nuevas madres se planteen “nuevas maternidades”, intentando cambiar patrones heredados, cosa que a su vez crea conflictos internos, dudas y vacíos existenciales.

Estos nuevos círculos de mujeres cubren esos vacíos, aunque en cierta manera lo único que hacen es validar las propias intenciones de las madres y conseguir hacernos sentir menos solas en este viaje sin retorno que es la maternidad.

Las nuevas maternidades son una lucha constante entre la herencia cognitiva, la historia y las nuevas investigaciones. Es una auténtica “guerra de madres”: ¿colecho sí o no? ¿ mochila, carrito, foulard? ¿daré el pecho, o el biberón, ambas, de qué manera? ¿tendré un parto en casa o en el hospital? ¿alimentaré a mi hijo con papillas o utilizaré otro método?

El verdadero problema no son las múltiples opciones de las que dispone una madre hoy en día a la hora de plantearse su camino en este trance vital, sino los juicios, fáciles y gratuitos, externos e internos (¡ay, los internos!) repetidos como un mantra a lo largo de su infancia y adolescencia y que ahora, en plena madurez femenina, resuenan más fuerte que nunca, y la invalidan y niegan su capacidad y libertad de decisión.

Si obviamente partimos de la base del amor como motor de creación de una nueva criatura para éste, nuestro mundo, (esta premisa es importante: ser conscientes de que damos un hijo al universo y no a nosotras mismas, nos evitará muchos problemas en la crianza ya que les reconoceremos como seres libres desde el minuto cero después de ser concebidos y aceptados), si la base del amor está ahí, todas las opciones de crianza son buenas ya que el respeto hacia esa nueva vida será la que mueva a esa nueva madre que también está por llegar.

La maternidad es arrasadora, pero más fuerte aún es el amor de una madre por su hijo, si ese amor está presente, si la maternidad es llevada a cabo por el puro placer de la maternidad en sí misma, si te tomas el tiempo y el espacio como mujer y como madre para escucharte y escuchar las necesidades de tu hijo, sabrás lo que debes hacer. Lo sabrás por el simple hecho que lleva dentro de ti no generaciones, sino desde el principio de la creación.

Para poder llegar a este autoconocimiento, la mujer-madre debe reconocer su animalidad, afirmarla en su esencia y dejar que ésta le ayude durante el embarazo, para conectar con el bebé, durante el parto, para aceptar el trance y dolor como parte del ritual de paso, y en la crianza para reconocer su instinto.

La maternidad tiene momentos de felicidad absoluta, felicidad acompañada inevitablemente de dolor y sufrimiento y aprender a gestionar esos momentos es la mejor herramienta para conocernos a nosotras mismas.

¿Y cómo aprendemos a gestionarlos? Escuchando, observando, decidiendo por una misma, empoderándose, compartiendo y sobre todo dejándose acompañar, ya que como dice el conocido proverbio africano “para criar a un niño hace falta una tribu entera”. Todo esto para validarnos como mujeres, como madres capacitadas y capaces de continuar hacia adelante con estas nuestras nuevas maternidades.

Nosotras somos quienes tenemos la llave para darnos cuenta de nuestras pulsiones primarias, nosotras podemos llegar a la sabiduría ancestral para reconocer aquello que nos es válido o reprimible de esta nuestra lucha eterna entre la consciencia humana y el instinto animal.

La maternidad es una cuestión de sexo, no de género, y como tal se ve sometida por el sistema patriarcal. Parir y amamantar son decisiones que la mujer toma sobre su propia sexualidad y sólo ella tiene el pleno y libre poder de elección. “

Elena Platillero,
Soy Elena, mujer, doble madre, escritora, maquilladora y doula.
www.elenaplaes.com

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¿Sabes cómo influye tu árbol genealógico en tu forma de dar a luz o criar a tu hijo?

En toda mi experiencia acompañando a mujeres en la maternidad, he podido ver claramente cómo la forma en que tu madre, tu abuela y las mujeres de tu familia han vivido su parto y su maternidad, puede tener una influencia en tu forma de dar a luz y ser madre.

¿Y cómo sucede esto?

Desde la terapia sistémica o las constelaciones familiares, se estudia cómo la historia de una persona está muy relacionada con la de sus ancestros y con el sistema familiar del que proviene. El árbol tiene una especie de memoria que se reproduce de generación en generación hasta llegar a ti, y si no te haces consciente de ella puede atraparte y entonces empezar a repetir situaciones que seguro las vivió antes alguien de tu familia.

Por ello es importante conocer la historia de las mujeres de tu familia cuando te vas a convertir en madre, saber cómo concibieron, parieron y cómo vivieron su maternidad y la crianza de sus hijos, porque ello te hará tomar conciencia tanto de las fortalezas de tu linaje femenino como de las debilidades y te será de gran ayuda para evitar repetir creencias y situaciones que no te ayudan y para vivir tu maternidad con más libertad y autenticidad.

Y si has llegado hasta aquí te preguntarás, ¿y por dónde empiezo?

Con algunas de las mujeres que acompaño a los partos y la maternidad les sugiero que sigan estos 5 pasos que te cuento en el blog ‘Tataranietos’ de Mireia Nieto, experta en genealogía, quien me ha pedido una colaboración para hablar de este tema.

>>Click aquí para leer los 5 pasos para investigar más sobre las mujeres de tu árbol<<

Ya verás como el blog de Mireia te encantará. Y luego te agradeceré si te pasas de nuevo por aquí para dejar un comentario de qué te ha parecido el post. Muchas mujeres y madres increíbles vienen aquí cada semana para buscar inspiración y tu comentario puede ayudar a otra mujer a tener un cambio significativo en su vida.

Es un privilegio para mi tener un ratito de tu tiempo y tu atención. También te agradezco de corazón que contribuyas tan abierta y amablemente a los comentarios del blog.

Con todo mi cariño,
Mónica Manso

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Mamás que inspiran: Eva Tallada, mamá adoptante, bailarina y mujer emprendedora

Hoy inauguro una nueva sección en el blog a la que he llamado ‘Mamás que inspiran’.
En ella entrevistaré a mamás anónimas, como tú y como yo, cuya historia puede ser inspiradora para todas. Espero que te quedes enganchada a esta sección y la esperes con ilusión cada mes. Creo que merecerá la pena.

Hoy te presento a Eva Tallada, mamá de Djeneba de 5 años. Eva es bailarina y profesora de burlesque, danza del vientre, tribal, fusión, danza hawaiana y muchas más y también es organizadora de eventos relacionados con la danza y el baile.

Eva y yo somos amigas desde hace casi 20 años. La conocí cuando trabajábamos en la promotora de conciertos Iguapop, en nuestra otra vida, cuando organizábamos conciertos de pop-rock, y compartíamos backstages: Oasis, Blur, Suede, Nirvana, Sonic Youth, Marilyn Manson, Coldplay… y muchos, muchos más. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Los ’90 dieron para mucho!

Eva dejó la promotora antes que yo para dedicarse a su pasión: la danza. Yo la dejé 5 años después, en el 2006. Hemos mantenido la amistad desde entonces y hemos compartido muchas vivencias juntas. Entre esas vivencias se encuentra nuestra maternidad. Fui testigo de su proceso de adopción y hoy quiero compartir su historia porque sé que te llegará al corazón.

Con ella quiero hablar de dos temas esenciales: cómo vivió el posparto en la adopción y cómo compagina su empresa y su carrera artística con la crianza. ¡Que la disfrutes!

 

Pregunta: Eres mamá de Djeneba, una niña de 5 años, que nació en Mali y a quien adoptásteis cuando tenía 14 meses. Me gustaría que nos expliques cómo fue el primer año después de su llegada, o sea cómo fue tu vivencia del posparto de Djeneba.
Respuesta: Bufffff, fue intenso, muy, muy intenso. Cuando eres madre adoptante pasas, lo que algunas llamamos, un embarazo de elefanta, que normalmente dura 24 meses. Durante este periodo de tiempo los padres adoptantes estamos entretenidos en procesos burocráticos, combinados con periodos de angustia, situaciones que pueden darse en el país de tu futuro hijo o hija, que pueden hacer que todo se vaya al garete.
Así hasta que un día suena el teléfono y te dicen que te han asignado un niño o niña. A partir de aquí es como si estuvieras de parto, hasta que finalmente abrazas a tu hijo o hija, pueden pasar semanas, meses…. así que después de todo el proceso, después de toda la espera, el viaje, llegas a casa con tu ansiada hija.

El primer año decidimos no llevar a Djeneba a la guardería, nos combinamos su padre, nuestras familias y yo para atenderla y propiciar el vínculo. Los primeros 4 meses fueron duros, pero como estaba de baja pude pasar tiempo con ella. Aun así, llegué a sentirme muy, muy perdida.

Todas mis ideas preconcebidas sobre la maternidad se derrumbaron, todo el subidón contenido durante más de dos años, también cayó, y descubrí el “reverso tenebroso de la maternidad”: el cansancio, la sensación de “no voy a poder con esto”, los “no sé”.

Todo esto acompañado de la sensación de que no tenía derecho a estar cansada o quejarme, ¿pero cómo iba a estarlo? Por fin tenía a mi hija conmigo!! Así que yo misma me fustigaba y me sentía culpable cuando pensaba “sí, la quiero muchísimo y hoy no puedo más”.

 

Pregunta: Sé que Djneba enseguida quiso engancharse a tu pecho, y que hoy en día aún toma ‘tetita’, aunque nunca hubo relactación, ni lo pretendiste, me gustaría que me explicaras cómo fue tu vivencia de ésto.
Respuesta: Sí, ocurrió de una forma natural y preciosa. Fue a los dos meses de llegar Djeneba, estaba acunándola entre mis brazos, yo llevaba una camiseta holgada, ella tiró del escote y se enganchó a mi pecho. En ese momento supe que ella me había adoptado a mí como su madre. Fue un regalo precioso que me hizo mi hija. Cuando estaba intentando quedarme embarazada tenia clarísimo que quería dar pecho a demanda, y cuando supe que no tendría un hijo biológico fue una de las cosas que más me costó asumir.

Durante la formación que nos dieron en el proceso de adopción, una pediatra nos comentó cómo provocarnos la subida de la Leche, yo pensé en hacerlo si mi futuro hijo o hija era lactante, cuando supe la edad de Djeneba decidí no provocármela, y mira!

Ahora que tiene casi 6 años, sigue pidiéndome la tetita cuando la acuesto en la cama, es un momento muy nuestro, las dos recostadas y ella tomando de mi pecho.

En ese momento supe que ella me había adoptado a mí como su madre.

Pregunta: ¿Cuáles han sido los retos más grandes que has tenido que afrontar en tu camino de madre?
Respuesta: Sin duda desterrar ideas preconcebidas y aceptarme tal y como soy como madre. Entender que no existe la “mamá perfecta”, que todas hacemos lo que podemos, sabemos y sentimos, que esto es un proceso continuo de aprendizaje, y que sí, me equivocaré muchas veces, pero que si encaro esta etapa desde el amor y con el corazón abierto a aceptar, es maravilloso.

 

Pregunta: ¿Cómo te ha transformado como mujer y como persona la maternidad?
Respuesta: Ha sido una revolución a todos los niveles. La maternidad me ha hecho descubrir el amor más puro, y mi lado más oscuro al mismo tiempo. Me ha ido muy bien para salir del yo ego, y abrir la mirada. Como mujer me siento más serena y sabia. Y sin duda mi hija ha sido mi maestra.

Al poco de llegar Djeneba escribí:
“No tengo ninguna duda que nuestros hijos e hijas vienen al mundo con la misión de enseñarnos a ser mejores personas. Una responsabilidad demasiado grande para cargar en sus pequeñas espaldas, gracias Djeneba por ser mi maestra”.

Pregunta: ¿En qué etapa te encuentras ahora de tu maternidad? ¿por qué se caracteriza?
Respuesta: Estoy en una etapa muy bonita, serena y presente. He limitado mis clases para poder estar con mi hija, he dado prioridad a lo que me hace feliz que es disfrutar de la vida con ella y mi pareja.

La maternidad me ha hecho descubrir el amor más puro, y mi lado más oscuro al mismo tiempo.

Pregunta: Sé que te encanta bailar tanto como dar clases, ¿cómo has podido compaginar tu carrera artística y profesional con la maternidad?
Respuesta: Al principio fue muy, muy difícil. Me encanta mi profesión, soy autónoma y en el momento de tener a mi hija era co-directora de mi propio estudio de danza, que para mí era como otro hijo. Así que fue un periodo de renuncias, viví un duelo de separarme del mundo artístico, los Viajes, aunque los dos primeros años viajé por Trabajo, durante el postparto necesitaba espacio, aire, para mí.

Creo que ahora he conseguido el equilibrio, después de casi 5 años!!! Ya no tengo el estudio, he agrupado mis clases en dos días y trabajo en mi nuevo proyecto, Top Dance Events, gestionando talleres y eventos de danza que imparte el equipo de profesoras del proyecto, así me queda más tiempo para pasar con mi familia.

 

Pregunta: Empezaste por la danza del vientre y has pasado por el tribal, el burlesque, la danza hawaiana y mucho más, ¿te ha ayudado la danza a conectar más con tu feminidad? ¿de qué manera?
Respuesta: Me ha ayudado a conectar muchísimo. De jovencita era tímida, y no me gustaba mostrarme, soy muy alta y no pasaba desapercibida, cosa que odiaba. A través de la danza conseguí Seguridad y Autoestima. Llevo más de 17 años impartiendo clases a mujeres, y es maravilloso ver la energía que se genera, el empoderamiento brutal que tiene una mujer cuando se acepta y disfruta con su cuerpo y la conexión con la música y el movimiento. Me considero una privilegiada por ser testigo de este proceso en cientos de mujeres. Ellas me empoderan a mí, les estaré eternamente agradecida.

Las mamás adoptantes parimos desde el corazón.

Pregunta: ¿Qué consejo darías a las madres que se están planteando una adopción para el posparto y para todo el proceso?
Respuesta: No soy muy de dar consejos, creo que cada persona y cada proceso son muy diferentes. Pero si tuviera que dar uno sería que confíen en ellas mismas, las mamás adoptantes parimos desde el corazón, y no hay nada más poderoso que el amor y la confianza en una misma, y que sí, que pasarán por momentos difíciles, como todas las mamás, que busquen apoyo en la pareja, familia, amigas y grupos de mujeres. No estáis solas, y podéis.

Muchas gracias Eva por participar en esta entrevista.

Gracias a ti Mónica por darme la oportunidad de compartir mi experiencia.

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Tu posparto: 10 consejos para prepararlo y descansar más

Prepararse para el posparto es tan importante, sino más, como prepararse para dar a luz.

Tras el nacimiento comenzarás a recuperarte de todas las alteraciones que la gestación y el parto han producido en tu cuerpo, harás frente a los cambios hormonales y, además, estarás totalmente inmersa en el proceso de cuidar y conocer a tu bebé. ¡Son muchas cosas al mismo tiempo!

Por esa razón te ofrezco estos 10 consejos con el propósito de que puedas abordar tu recuperación y el cuidado de tu bebé de la forma más cómoda posible.

Y si no puedes ver el video aquí van los consejos:

#1- Sumérgete en el piel con piel
Los beneficios de tener a tu hijo desnudo junto a tu pecho  —piel con piel contigo—, desde los primeros instantes de su vida hasta al menos los primeros quince días, han sido avalados por innumerables investigaciones científicas. Esta forma de contacto, no sólo favorece la lactancia materna y la hace más efectiva, sino que también regula y mantiene su temperatura, reduce la duración del llanto, mejora su estabilidad cardiorrespiratoria, estimula el vínculo y el apego con la madre y, lo más poderoso, le ayuda a desarrollar confianza en los que le rodean, en sí mismo y en el mundo.  Así que mantén a tu hijo piel con piel los primeros quince días. Será un regalo mutuo que os acompañará durante toda la vida.

# 2- Organiza las visitas
Las visitas pueden ser muy divertidas; sin embargo, durante los primeros días, también pueden llegar a resultar agotadoras.  Dependiendo de cómo haya sido tu parto, tal vez estés deseosa de mostrar a tu bebé y te veas con fuerzas para atender a tus visitas, o puede que te encuentres exhausta y con pocas ganas de ver a nadie. Recuerda que, ahora, tú y tu bebé sois lo primero, así que trata de organizar las visitas en función de tus ganas y fuerzas. Esto te ahorrará mucha energía que después vas a necesitar. Habla con tu pareja, decidid juntos cuáles son los mejores momentos para recibir visitas en casa, y permite que sea él quien haga de anfitrión. Intenta espaciar las visitas para que tengas tiempo de estar con tu bebé y tu pareja. Es vuestro momento. ¡Disfrutadlo juntos!

# 3- Deja comidas en el congelador
Intenta organizarte con antelación y preparar varias comidas para tener a mano,  como algunas sopas o platos fuertes que sólo necesiten ir acompañados de una ensalada fresca. Si cuentas con alguien que te ayude, como tu madre, hermana, suegra o amiga, ¡genial! Si no es así, prepáralas poco a poco tu misma, o tu pareja, y congela todo lo que puedas en función de la capacidad de tu congelador. Esta medida te simplificará mucho la vida durante los primeros días.

Si no tienes espacio para almacenar, haz una lista de establecimientos de tu barrio que ofrezcan buena comida para llevar, de manera que puedas recurrir a ellos en caso de emergencia.

#4- Planifica la logística del hogar para los tres primeros meses
A pesar de que, en estos primeros meses, todo el mundo nos aconseja relajarnos con las tareas de la casa, la realidad es que muchas de nosotras tenemos problemas para hacerlo. Sentarte a hablar con tu pareja sobre los posibles cambios y alternativas antes de que nazca vuestro hijo es una buena idea. También puedes optar por contratar ayuda extra, como los servicios de alguna empresa de limpiezas, o incluso llegar a un acuerdo con algún amigo para que te ayude con las tareas ligeras. Planificar los tres primeros meses te resultará de gran ayuda.

#5- Ten a mano el teléfono de una doula
Hazte con el teléfono de una doula que sea de tu agrado, y tenlo siempre a mano. Si, además, contaste con su apoyo durante tu embarazo, ya sabes que puedes contar con ella para el período postparto. En caso contrario, busca alguna que te guste, y recurre a ella cuando lo necesites.

 #6- Asiste a reuniones de grupos de apoyo a la lactancia y crianza
Localiza grupos de lactancia y crianza en tu ciudad para contar con un lugar donde encontrarte con otras mamás, compartir experiencias y resolver tus dudas. Son grupos donde podrás compartir miedos, expectativas, avances y logros en todo lo referente a la lactancia y crianza. Sin duda, conocer a otras mujeres que están en tu misma situación, te hará las cosas más fáciles. Como dice el proverbio africano: “Para criar un hijo hace falta una tribu entera”.

 #7- Pide ayuda a tus amigos
En los momentos en que todo se te hace cuesta arriba, apóyate en tus amigos y pídeles ayuda. Tu grupo de amistades más cercano siempre podrá echarte un mano, ya sea para poder darte un baño con más tiempo, ayudarte con la preparación de la cena o simplemente para charlar. Si necesitas ayuda, pídela!

 #8- Alimenta la comunicación con tu pareja
En esta fase es esencial que sigas comunicándote con tu pareja y tratéis de encontrar momentos para hablar de cómo os sentís. El nacimiento del bebé, a pesar de la alegría y todo lo positivo que conlleva, implica un cambio en la relación de pareja y menos tiempo de dedicación mutua. Practica cada semana el ejercicio de la semana __X__, y notarás una gran diferencia.

#9- Busca información sobre diferentes pediatra.
Plantéate cuáles son tus prioridades a la hora de elegir pediatra para tu hijo, y búscalo en función de éstas. Por ejemplo, disponibilidad, tipo de medicina que ejerce (holística, alopática, homeopática, etc.), trato, enfoque sobre la crianza, distancia a tu domicilio, etc. Una vez te hayas informado, puedes elaborar una pequeña lista de tres médicos para tener a mano en el futuro.

Pregunta a tus amigos con hijos: siempre podrán darte información de primera mano. Una vez que nazca el bebé y acudas a la consulta de un pediatra, siempre podrás probar con el número dos de tu lista si ves que el primero no te convence. Es importante que te sientas cómoda con el pediatra que elijas, y que esté en sintonía con tus ideas sobre la crianza. Piensa que necesitarás alguien que te inspire mucha confianza, pues deberá acompañarte en momentos cruciales.

#10 – La ambivalencia emocional y el cambio de identidad.
La maternidad puede generar cambios muy profundos en la vida de una mujer, aunque estos dependerán de las circunstancias personales de cada una. Puede reconectarte con tu infancia, con la relación con tus padres, con nuevos planteamientos acerca de las prioridades de tu vida, con tu profesión, etc. Permítete todo el espacio y tiempo que necesites para asimilar lo que está cambiando en tu vida y tu alma.

La ambivalencia emocional que acompaña al posparto va unida al duelo por la identidad que dejas atrás, así como por todos los cambios. Tal vez experimentes ganas de llorar o te notes irritada sin saber por qué. Ahora más que nunca, permítete llorar. Estas emociones son parte del proceso; deja que fluyan y no permitas que se queden estancadas en tu interior.  Busca entre tus familiares o amigos, aquellos que puedan y sepan escucharte. Si acudes a un grupo de lactancia y crianza, comprobarás que a muchas madres les pasa lo mismo y verás que no eres la única que pasa por esa montaña rusa emocional.

Y recuerda…

  • Descansa tanto como puedas. Has hecho un gran esfuerzo, y te lo mereces. Sigue los ritmos de tu bebé, e intenta dormir cuando él duerme.
  • La única responsabilidad que tienes ahora es la de estar disponible para tu bebé y disfrutar de él. Intenta mantenerte alejada de toda preocupación o exigencia externa, sobre todo del trabajo. De lo contrario, puedes llegar a gastar innecesariamente mucha energía y quedarte agotada.
  • Ten en cuenta que ni tu hijo es el bebé perfecto de tus sueños, ni tú eres la madre perfecta.
  • Tómate de vez en cuando un tiempo sólo para ti.
  • Ante cualquier duda o ansiedad que te surja, y por muy banal que te parezca, pide ayuda a otras mujeres, grupos de apoyo o profesionales especializados.

Me encantará saber qué te ha parecido en los comentarios del blog. Te animo a compartir con el máximo detalle tu respuesta. Muchas mujeres y madres increíbles vienen aquí cada semana para buscar inspiración y tu historia puede ayudar a otra mujer a tener un cambio significativo en su vida.

Muchas gracias por ver el video y compartir. Es un privilegio para mí tener un ratito de tu tiempo y tu atención. También te agradezco de corazón que contribuyas tan abierta y amablemente a los comentarios del blog.

Con todo mi cariño,
Mónica Manso

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¿Sabes por qué la maternidad es un rito de paso?

Hoy te traigo una traducción que he hecho del inglés de una entrada del blog de Mystic Mamma, una mujer experta en Astrología y desarrollo espiritual, que cuando se convirtió en madre escribió unos artículos muy interesantes y profundos.

Aquí lo tienes, deseo que te agrade.

Ritos de Paso

El período del embarazo es uno de los períodos de crecimiento más potentes de nuestra evolución. Siempre lo describo como un camino hacia la iluminación… y déjame decirte que el camino no siempre es fácil. Las cosas suceden. Para que crezcamos y evolucionemos, tenemos que seguir avanzando en los proyectos de nuestra vida, y cuando te quedas embarazada, te estás preparando en todos los sentidos, mente, cuerpo y alma, para pasar a la siguiente fase de tu vida.

Tenemos en nuestra memoria colectiva esta imagen de mamás embarazadas que se muestran felices y libres. Hay momentos durante el embarazo que sí que experimentamos este estado de felicidad… pero la mayoría de nosotras, especialmente al principio, atravesamos un período de reajuste, de autoajuste y de alineamiento interior que tiene lugar con el fin de sintonizar nuestra energía con la de nuestro nuevo bebé.

La transición de la ‘doncella’ a la ‘madre’ es un camino enorme y los problemas emergen a la superficie. ¡Bienvenidas! Es normal, todas experimentamos esto. Aquello que surge debe ser abrazado y tenido en cuenta antes o después. Cuanto antes lo abordes, más claro estará y más fácil será el nacimiento.

El Embarazo y la Maternidad son un RITO DE PASO Y EL PARTO ES TU BÚSQUEDA DE VISIÓN.

No importa cómo lo hagas, en el parto siempre experimentas el “pasaje”. En el contexto mítico, es lo que Joseph Campbell llamó el “viaje del héroe”: una experiencia que es tan profunda que es como si viajáramos al centro de la tierra, al núcleo de la realidad, donde superamos retos y temores, y volvemos transformados y redefinidos por la experiencia.

El parto es realmente un viaje del héroe para cada madre y es un regalo que te define la vida.

No puedo expresar el poder que se activó en mí, a través de mi nacimiento. (Cuando digo mi nacimiento, me refiero a mi nacimiento como madre, así como dar a luz a un ser a este mundo!)

No podemos alejarnos de nuestro destino. Debemos plantar nuestros pies en el suelo, sentir nuestras raíces extendiéndose hasta el corazón de la tierra, levantar nuestros ojos hacia el cielo azul, sentir el sol besando nuestra cara y saber que somos mujeres, y tenemos el poder de superar cualquier cosa, porque estamos completas. Representamos a la madre tierra, a la madre divina, a la energía del amor personificada.

Nosotras, cada una a nuestra manera, brillamos con las cualidades de fuerza, poder, intuición, abundancia y amor incondicional. Somos la sal de la tierra, las raíces y las ramas, somos MUJERES, somos MADRES… ¡sé consciente! Nuestro tiempo ha llegado.

Este artículo ha sido extraído del blog Mysticmama.com y traducido del inglés por Mónica Manso.

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Entrevista a Mònica Fusté: cuando una mujer decide parir libros en lugar de hijos

Hoy te traigo una entrevista en video a una mujer que me hace especial ilusión. Ella es Mònica Fusté, una mujer a la que sigo desde hace unos años porque para mí es la mezcla perfecta entre emprendiduría y crecimiento personal y espiritual. Es coach y autora de 4 libros además de una gran conferenciante y tiene un canal de youtube lleno de recursos. A mi Mònica no sólo me inspira, sino que me pone las pilas a tope siempre que leo un libro o veo algún video suyo, incluso a través de sus redes sociales. Su energía es tan vital, tan positiva y de tan alta vibración que te llega y te transforma.

¿De qué charlamos en la entrevista?

  • Del poder de la energía creativa y maternal de las mujeres puesta al servicio no sólo de hijos sino de ideas, proyectos, sueños, libros, y de la humanidad.
  •  Mònica no es madre de hijos biológicos, ella dice que sus libros son sus hijos y hacemos el paralelismo de las fases del proceso de creación que son super parecidas a las de tener un hijo.
  • Comentamos que los estereotipos están perdiendo fuerza y que el típico ‘me caso a los 30 + hipoteca + hijos’ ya no funciona, las nuevas generaciones vienen con aires de cambio muy fuertes con respecto a esto.
  • También hablamos de cómo las mujeres estamos despertando a una nueva conciencia de nosotras mismas, que estamos más conectadas y nos sentimos más libres para liderar nuestra vida y decidir tanto cómo queremos vivirla como si queremos ser madre o no. Aunque la presión social todavía existe y hay que ser muy valiente para tomar según qué decisiones.

¿Qué? ¿Te animas a verla? Guárdate un espacio de media hora y verás que acabas empoderada y con subidón. Espero que te guste tanto como a mí me gustó hacérsela.

>>Click aquí para ver la entrevista y salir con subidón<<

Parir libros en lugar de hijos
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Muchas gracias por leer y compartir. Es un privilegio para mí tener un ratito de tu tiempo y tu atención. También te agradezco de corazón que contribuyas tan abierta y amablemente a los comentarios del blog.

Con todo mi cariño,
Mónica Manso

 

P.S: Si tienes amigas o familiares que crees que les puede interesar esta entrevista, por favor, comparte y así seremos todas más felices.

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Escuchar la llamada de la mujer consciente

Algo importante nos está ocurriendo a las mujeres del siglo XXI. Estamos en un momento crucial de nuestra evolución que puede alterar el curso de la historia. Millones de mujeres alrededor del mundo lo están sintiendo: es lo femenino que está emergiendo y despertando en nosotras, es nuestra sabiduría profunda que quiere desplegarse en el mundo.

¿Sientes la llamada?

Quizás la sientas como una voz que te susurra un cambio en tu vida, quizás la notes como una sensación de vacío, tal vez tienes un impulso de evolucionar, de profundizar en ti, de ofrecer tus dones al mundo, o algo en ti que te está pidiendo sacar tu creatividad. Puede ser que desees experiencias más profundas de amor, intimidad y conexión, o simplemente lo único que quieres es sentirte más viva…

Sé que tienes que saltar algunas barreras…y no eres la única. La mayoría de las mujeres hoy en día experimentan una profunda brecha entre el gran potencial que quisieran desplegar en su vida y la forma en como su vida se muestra en realidad. Y es que, hoy en día, a pesar del increíble éxito profesional que hemos obtenido en los últimos 50 años, hay estudios que revelan que la sensación de felicidad en las mujeres ha decrecido considerablemente desde los años 70. Ahora tenemos más dinero, más educación, más libertad y más oportunidades que en ningún otro momento de la historia de las mujeres y aun así nos cuesta crear la vida que realmente queremos, aquella basada en el amor, la conexión profunda con nosotras y nuestro cuerpo, la expresión de nuestra creatividad y el tener un propósito que de significado a nuestra vida y a la vez sea una contribución al mundo.

A veces sentimos esta brecha como un fallo en nuestras vidas, como que no somos capaces de cambiar, pero en realidad es un problema colectivo que tiene que ver con nuestra evolución como mujeres. Esta brecha que sentimos es la llamada, escucharla y atenderla es el primer paso para evolucionar y co-crear la vida que realmente deseamos.

Como dice Chameli Ardagh:

“Podemos restaurar el equilibrio y la plenitud en nuestro mundo. Para que ello suceda, tenemos que romper el trance en el que hemos estado viviendo durante demasiado tiempo y estar dispuestas a escuchar esa voz profunda en nuestro interior.

Esta voz no nos habla en un lenguaje inteligente con conceptos prefijados, nos habla en un lenguaje que quizás hemos olvidado, pero cuando lo oímos, nos resulta tan íntimo como nuestra respiración. Es una profunda sensación de llegar a casa, y en este llegar a casa, podemos convertirnos en el hogar para otros: podemos convertirnos en el hogar para el mundo.”

Debido a la sociedad patriarcal en la que vivimos y de la que provenimos, llevamos miles de años cultivando valores como la productividad, la autoridad, la propiedad privada, el poder, la lógica, la razón, la planificación, la acción, los objetivos, la competencia…

Y es hora de empezar a cultivar otros valores que pertenecen más a la esfera de lo femenino: la contemplación, las relaciones igualitarias, la cooperación, la intuición, la creatividad, la vida pausada, las emociones, la receptividad, los vínculos profundos, el cuidado de mí, de mi cuerpo y del mundo, la hermandad entre mujeres y por encima de todo el amor.

Si ahora sientes tu corazón latir y la llamada aún más fuerte te diré algo: no estás sola, hay muchas mujeres que ya están caminando, encuéntralas y ¡únete a ellas!

Me encantaría saber de ti a través de los comentarios del blog donde puedes compartir: ¿Cómo estás viviendo tú esa llamada? ¿Te es fácil atenderla?

Te animo a compartir con el máximo detalle tu respuesta. Muchas mujeres y madres increíbles vienen aquí cada semana para buscar inspiración y tu historia puede ayudar a otra mujer a tener un cambio significativo en su vida.

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Con todo mi cariño,
Mónica Manso

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