Escuchar la llamada de la mujer consciente
Algo importante nos está ocurriendo a las mujeres del siglo XXI. Estamos en un momento crucial de nuestra evolución que puede alterar el curso de la historia. Millones de mujeres alrededor del mundo lo están sintiendo: es lo femenino que está emergiendo y despertando en nosotras, es nuestra sabiduría profunda que quiere desplegarse en el mundo.
¿Sientes la llamada?
Quizás la sientas como una voz que te susurra un cambio en tu vida, quizás la notes como una sensación de vacío, tal vez tienes un impulso de evolucionar, de profundizar en ti, de ofrecer tus dones al mundo, o algo en ti que te está pidiendo sacar tu creatividad. Puede ser que desees experiencias más profundas de amor, intimidad y conexión, o simplemente lo único que quieres es sentirte más viva…
Sé que tienes que saltar algunas barreras…y no eres la única. La mayoría de las mujeres hoy en día experimentan una profunda brecha entre el gran potencial que quisieran desplegar en su vida y la forma en como su vida se muestra en realidad. Y es que, hoy en día, a pesar del increíble éxito profesional que hemos obtenido en los últimos 50 años, hay estudios que revelan que la sensación de felicidad en las mujeres ha decrecido considerablemente desde los años 70. Ahora tenemos más dinero, más educación, más libertad y más oportunidades que en ningún otro momento de la historia de las mujeres y aun así nos cuesta crear la vida que realmente queremos, aquella basada en el amor, la conexión profunda con nosotras y nuestro cuerpo, la expresión de nuestra creatividad y el tener un propósito que de significado a nuestra vida y a la vez sea una contribución al mundo.
A veces sentimos esta brecha como un fallo en nuestras vidas, como que no somos capaces de cambiar, pero en realidad es un problema colectivo que tiene que ver con nuestra evolución como mujeres. Esta brecha que sentimos es la llamada, escucharla y atenderla es el primer paso para evolucionar y co-crear la vida que realmente deseamos.
Como dice Chameli Ardagh:
“Podemos restaurar el equilibrio y la plenitud en nuestro mundo. Para que ello suceda, tenemos que romper el trance en el que hemos estado viviendo durante demasiado tiempo y estar dispuestas a escuchar esa voz profunda en nuestro interior.
Esta voz no nos habla en un lenguaje inteligente con conceptos prefijados, nos habla en un lenguaje que quizás hemos olvidado, pero cuando lo oímos, nos resulta tan íntimo como nuestra respiración. Es una profunda sensación de llegar a casa, y en este llegar a casa, podemos convertirnos en el hogar para otros: podemos convertirnos en el hogar para el mundo.”
Debido a la sociedad patriarcal en la que vivimos y de la que provenimos, llevamos miles de años cultivando valores como la productividad, la autoridad, la propiedad privada, el poder, la lógica, la razón, la planificación, la acción, los objetivos, la competencia…
Y es hora de empezar a cultivar otros valores que pertenecen más a la esfera de lo femenino: la contemplación, las relaciones igualitarias, la cooperación, la intuición, la creatividad, la vida pausada, las emociones, la receptividad, los vínculos profundos, el cuidado de mí, de mi cuerpo y del mundo, la hermandad entre mujeres y por encima de todo el amor.
Si ahora sientes tu corazón latir y la llamada aún más fuerte te diré algo: no estás sola, hay muchas mujeres que ya están caminando, encuéntralas y ¡únete a ellas!
Me encantaría saber de ti a través de los comentarios del blog donde puedes compartir: ¿Cómo estás viviendo tú esa llamada? ¿Te es fácil atenderla?
Te animo a compartir con el máximo detalle tu respuesta. Muchas mujeres y madres increíbles vienen aquí cada semana para buscar inspiración y tu historia puede ayudar a otra mujer a tener un cambio significativo en su vida.
Muchas gracias por leer y compartir. Es un privilegio para mí tener un ratito de tu tiempo y tu atención. También te agradezco de corazón que contribuyas tan abierta y amablemente a los comentarios del blog.
Con todo mi cariño,
Mónica Manso
Imagen @nickiecutronaphotography
Hola Mónica. Antes que nada, comentar que este texto, como muchos de tus textos, me ha tocado el alma. Sin embargo, no comparto que esos valores, que esa llamada, sean exclusivamente femeninos. Entre otros motivos porque conozco mujeres que para nada están en esta onda, y hombres que sí vibran al mismo son de la sensibilidad y la empatía.
Por otro lado, dificilisimo compaginar esta llamada con la vida laboral, cuando en las empresas lo que importa es el cuanto y no el cómo, cuando lo único que se valora es hacer más que el otro y no hacerlo mejor y con más cariño.
Un abrazo
Hola Elena, muchas gracias por tus palabras y si, tienes toda la razón que estos valores pueden ser tanto femeninos como masculinos. Y también se lo difícil que es aplicarlos en este mundo laboral tan competitivo, la cosa es ponerlos en práctica en la vida cotidiana, en las relaciones, contigo… en ámbitos donde si puedan ser expresados. Las que me conocéis sabéis que yo trabajaba en el mundo de la empresa antes de dedicarme a acompañar a las mujeres y cuando fui madre decidí dar el salto Pues sentí la llamada muy fuerte. Fue un gran riesgo que asumimos con mi pareja y funcionó. Cuando atendemos la llamada el universo se pone de nuestro lado y nos ayuda. Pero eso ya lo sabes, verdad? Un abrazo.
Hola Mónica!
Llegue a tu blog por Google y mi búsqueda de “embarazo conciente”. Mi alma y mi corazón vibran al son de las gestaciones y nacimientos, mi hijo…desde que nos eligió (antes de quedar embarazada) me abrió el portal para acompañar a otras madres. Mi carrera la he desarrollado en lo corporativo, pero lo que me hace flotar, fluir y sacar lo más lindo de mi es ser Doula. Sigo y sigo formándome como Doula para acompañar a muchas, las madres estamos muy solas a veces.
gracias por este espacio. Siento que llegaste a mi vida en el momento preciso. Besos!
Muchas gracias por tus palabras Gloria y comparto totalmente tu opinión, que las madres a veces estamos muy solas, nos falta la tribu. Para eso estamos nosotras aquí, para ayudar a crearla. estamos conectadas!