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SOBRE LA IMPORTANCIA DE GATEAR

 

¿Os habéis dado cuenta de que muchos niños hoy en día no
gatean?
Veo a diario madres y padres
que interfieren en el proceso de desarrollo evolutivo de sus hijos e
hijas queriendo que caminen antes de tiempo, deseando que se hagan grandes
rápido y sean autónomos. La consecuencia es que la etapa del gateo, tan
importante para el desarrollo del ser humano a muchos niveles, se la saltan,
argumentando que ‘ no quiere gatear, sólo quiere caminar’, quitándoles la gran
oportunidad de estar en el suelo.  Es la
impaciencia que caracteriza nuestra sociedad occidental, patriarcal,
productiva. Una especie de resorte interno que no nos deja estar relajados
junto a nuestros hijos, contemplarlos, estar presentes sin interferir, dejando
que la naturaleza siga su curso…
El gateo desarrolla la visión, la tactilidad, el equilibrio,
la medida del medio y su adaptación, además de otras importantes
funciones.  Os dejo con esta información
que he encontrado (fuente: http://www.institutosfay.com/#Escena_1
) sobre la importancia de la etapa de gateo:
POR QUÉ ES IMPORTANTE EL GATEO
Crea rutas de información.
Conecta los hemisferios cerebrales.
El gateo es una base fundamental para el desarrollo educativo
del niño. Crea rutas de información neurológicas entre los dos hemisferios, es
decir, facilita el paso de información de un hemisferio a otro. Las rutas
creadas no sólo valen para funciones del movimiento sino que son precursoras de
conexiones que servirán para crear otras conexiones entre los dos hemisferios
para funciones cognitivas.
Sincroniza el brazo con el pie del lado contrario.
Desarrolla el patrón cruzado.
Es la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal
organizado del ser humano. Implica que el brazo derecho va sincronizado con el
pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho. Se llama patrón cruzado
porque hay dos ejes cruzados, y mediante el apoyo en equilibrio sobre las dos
extremidades opuestas de uno se pueden desplazar las dos del otro eje y
encontrarles  nuevos puntos de apoyo que serán la base del siguiente
desplazamiento.
Una consecuencia importantísima es que ese movimiento implica que el de las
caderas y el de los hombros, que se mueven al avanzar gateando crea una
rotación relativa de la columna tonificando los músculos que permitirán
mantenerla erecta cuando el niño se ponga de pie.Permite saber dónde están las partes del cuerpo.
Desarrolla el sistema vestibular.
Este sistema manda señales de los dos laberintos del oído al cerebelo para
saber en qué posición está constantemente la cabeza. Así permite luego
referenciar (colocar) todo el cuerpo respecto a esa posición. Es la llamada
propioacepción o saber dónde están los puntos del cuerpo, lo que permite
moverlo, ya que sabemos donde está al principio y al final de cada movimiento.

Posibilita el enfoque de los ojos.
Desarrolla la convergencia visual.
Al mirar al suelo, el niño converge o enfoca los dos ojos a un mismo punto, a
corta distancia. Cuando mira adónde va, a unos 3 metros por lo menos,
coloca con los ojos la convergencia en un punto infinito. Es un ejercicio
muscular fantástico para los ojos que facilita la acomodación visual. Según
estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo
suficiente de pequeños. También parece que los ojos vagos están relacionados
con un mal desarrollo de las convergencias.

Siente el tacto y luego podrá asir objetos.
Desarrolla la oposición cortical.
En el gateo, la cabeza está en un plano y la palma de la mano en otro. El niño
siente la tactilidad de la palma que ve, fundamental para desarrollar luego la
oposición cortical del dedo gordo de la mano, oponiéndose a los otros cuatro
dedos. Esa función en una mano es la que permite asir los objetos, la
manualidad fina, esencial para luego poder escribir. Al masajear la palma de la
mano envía información al cerebro de dónde está la palma y de cómo al moverla
para apoyarse va sintiendo diferentes sensaciones.

Se adapta al medio.
Le ayuda a medir el mundo que le rodea.
La distancia que hay entre los ojos y la palma de la mano al gatear es una
medida fundamental -la braza- en todas las civilizaciones. Con esa nueva medida
corporal, el niño mide el mundo circundante y se adapta al medio, porque lo mide
constantemente y va retomando información. Si entras de mayor en una casa donde
pasaste la infancia, te parece más pequeña de lo que era para ti porque
entonces, tu medida de braza, era menor.Un hemisferio será el dominante Ayuda a establecer la futura lateralización.
En el nivel de desarrollo posterior al gateo, comienzan los primeros procesos
de lateralización. Es necesario que uno de los hemisferios se convierta en el
dominante y el otro en el subdominante o servidor, para no tener que operar con
ambos a la vez. Al conectar los dos hemisferios gracias al gateo, se facilita
acudir más rápidamente a funciones más complejas que requieren de ambos
hemisferios y de áreas cerebrales no simétricas y diferenciadas. Un niño
pequeño que va a coger una naranja echa las dos manos a la vez. Una misma orden
llega simultáneamente a cada uno de los dos hemisferios. Un niño con un nivel
de organización superior coge la naranja con una mano o con otra, dependiendo
de si está a un lado o a otro o si es más diestro o zurdo.

CÓMO INFLUYE EN LA ANATOMÍA
Al gatear, el niño apoya su
peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de
los hombros, de la columna vertebral, del fémur y la cadera. Aprende la
oposición a la gravedad. La formación de la articulación de las caderas, que
realiza con el arrastre y el gateo, es fundamental para cuando se ponga de pie,
pueda sustentar sobre esas articulaciones el peso del cuerpo. Y la función hace
que los huesos se calcifiquen.

¿LE PASA ESTO A TU PEQUE?
En el gateo el niño se apoya en
dos puntos. Para ponerse de pie tiene que estar bien organizado cerebralmente
para apoyarse en un punto y mantener el equilibrio. “Es muy típico que los
niños que se ponen de pie sin tener desarrollado todo el sistema, se queden
como confundidos o mareados, miren alrededor, se sorprendan de que no logran
mantener la posición, bajen al suelo y pasen una temporada gateando como locos
hasta que vuelven a ponerse otra vez de pie”, recalca Gardeta.
CURIOSIDAD: CUÁNDO EMPEZÓ
“Históricamente, el gateo sólo
fue posible con el asentamiento de pueblos nómadas”, afirma Gardeta. “Tener un
suelo limpio y seguro para el niño se ha conseguido muy recientemente en la
evolución humana. En los pueblos primitivos, dejar un niño en el suelo suponía
su muerte, porque se ponía al alcance de los alacranes, serpientes, etc.”.
Hasta mediados del siglo pasado, las madres echaban una mantita en el suelo y
echaban al niño. Hoy existen demasiados aparatos y cachivaches que evitan que
el niño gatee por el suelo.
CÓMO PROMOVER EL GATEO
El gateo a veces se utiliza como gimnasia. Pero no hay
ninguna línea o escuela que lo fomente como mecanismo de desarrollo de la
organización cerebral infantil. Se sabe que el movimiento tiene una importancia
esencial pero no se fomenta como se debería, dice Gardeta.
Busca un suelo limpio, seguro, acogedor, no frío, y mantén a
tu peque el mayor tiempo posible en el suelo, por ejemplo, una hora al día. El
solito empezará a aprender. También hay técnicas de estimulación para que aprenda
primero a arrastrarse y luego a gatear.
No le fuerces a ponerse de pie. Si no está preparado le crea
inseguridad, concuerdan los expertos. Es consciente de que le pones un desafío
para el cual no está preparado y fracasa. Lo mejor es que empiece a andar por
sí solo, primero dos pasitos, luego tres… “Poner de pie al niño, sentarle en
una sillita o montarle en un tacataca, sin que tenga la musculatura preparada
para mantener el tronco erecto, hace trabajar incorrectamente a un sistema que
no está maduro”, afirma Gardeta.
Uno de los sitios que le hace ponerse de pie es el corralito
porque no puede gatear. “No está mal tenerlo un ratito ahí pero luego hay que
dejar que el niño gatee, recorra la casa, que es lo mejor. Utiliza el cochecito
para llevar al niño de un sitio a otro cuando todavía no ha llegado a
andar”,  pero evita abusar de estos y otros aparatos que retardan el
desarrollo del movimiento, aconseja Gardeta.
Lo mejor es madurar y asentar cada una de las fases
anteriores al andar, que son arrastrarse y gatear. Si estas fases han sido
desarrolladas correctamente, cuando el niño se ponga de pie, no tendrá
problemas. Ahora los niños no tienen experiencia de luchar contra la gravedad
progresivamente y utilizar funciones que luego constituirán su movimiento,
explica Gardeta. Si no gatean no es que no se logre la organización cerebral
pero se retrasará el desarrollo.
Gatear con una pelota es mucho más efectivo que poner una
alfombra colorida en el suelo, porque cuando el niño es capaz de converger con
los dos ojos, el proceso superior es el seguimiento visual y seguido de
desplazamiento de un objeto que se mueve, aclara Gardeta.
¿CÚANDO DEJARÁ DE GATEAR?
Cuando el sistema de funciones
cerebrales necesarias esté lo suficientemente maduro por sí mismas o convenientemente
estimuladas, el propio niño se pondrá de pie, señala Gardeta. Los primeros
pasos suelen aparecer alrededor al año de vida, señala Gardeta. “Entre los 16
meses y los dos años se afirma la bipedestación. Pero no pasa nada porque
gateen.
6 comentarios
  1. Anónimo
    Anónimo Dice:

    Estoy completamente de acuerdo con la importancia de que el niño se mueva con libertad y marcando su propio ritmo en el desarrollo de su movilidad. Creo que, como bien comentas, el hecho de "llevarles" de la mano para que anden (cuando realmente no son aun capaces de hacerlos por ellos mismo) interfiere en este desarrollo autónomo.

    Partiendo de esta idea hay algo que habitualmente observo en mi entorno y que no entiendo. Es la típica escena de bebe que llora y se calma cuando un adulto le "agarra" para que pueda incorporarse y "andar". Es el propio bebe del que parte esta necesidad o es una necesidad que el adulto a generado a partir de practicar y practicar el "enseñarle a andar"? Y, en estos casos consideras que es viable reconducir la situación y encauzarla en los margenes de una movilidad libre?

    Siento lo extenso de comentario. Eskerrik asko de antemano por la respuesta y la atención prestada.

    Responder
  2. monicamanso
    monicamanso Dice:

    Hola,
    Lo primero decirte que la información no es mía sino recogida de la fuente que cito al principio.
    En cuanto a tus preguntas, deberíamos ver cada caso en particular. Lo ideal es no interferir desde el nacimiento, una vez los padres ya han 'ayudado' a su hijo a caminar y ya tiene 'la costumbre' y los padres deciden cambiar y no interferir, se puede hacer, siempre teniendo en cuenta que sería un proceso de cambio que duraría un tiempo en función del niño. El juego es un gran recurso para hacer este cambio.
    Un cálido saludo,
    Mònica Manso

    Responder
  3. Noraya
    Noraya Dice:

    Genial!! Nur empezó a gatear con 5 meses y medio y lo hizo hasta los 13 o meses, y ya llevaba uno andando!

    Tienes premio en mi blog,
    Un abrazo grande Mónica!

    Noraya
    "El Rumor de las Libélulas"

    Responder
  4. Elena
    Elena Dice:

    Hola a todos! Estamos buscando los mejores consejos de nutricion, porque queremos aprender a alimentar a nuestro bebe de la mejor manera. Nos topamos con algunas recetas interesantes de Nutribaby (www.nutri-baby.com) que usan complementos, quizas alguno de ustedes tambien nos pueda dar su consejo, seria genial. Saludos!!

    Responder
  5. Anónimo
    Anónimo Dice:

    Hola!
    Nuestro bebe gatea de una forma curiosa…no dobla una de las rodillas!Gatea igualmente y llega donde quiere, pero visualmente queda un poco raro…es como si cojeara!
    Gracias!

    Responder

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