Mi bendición del útero de Miranda Gray
Decidí hacer la meditación a la una de la madrugada (12 GTM) para asegurarme de estar completamente tranquila, sola, sin interrupciones. Preparé el lugar, la luz, mi banqueta de meditación, el chal, los cuencos con agua y fuego y un platito con fresas rojas para comer después de la meditación, como Miranda sugería en sus instrucciones.
Me senté en posición zazen. Con las manos a la altura de mi útero. Y me adentré en la visualización del árbol, con sus frutos rojos expandiéndose hacia la tierra y por mi cuerpo. En un momento empezaron a pasar por mi mente imágenes de muchísimas lunas que había visto a lo largo de mi vida y que me habían llamado la atención. Fue muy hermoso. Después empecé a sentir un calor inmenso en la barriga. Me dejé envolver por ese calor, que se iba haciendo más intenso, me sentía muy bien, acompañada por él. Estuve así unos diez minutos y entonces tuve la necesidad de salir fuera a mi patio (tengo la fortuna de tener un patio chiquitito con plantas y un limonero en medio de Barcelona). Era consciente del frío intenso que hacía en el exterior, todo y con eso sentía la urgencia de salir así que lo hice y ofrecí mi barriga desnuda y mi útero a la luz de la Luna. Alcé mis manos y me dispuse a recibir…
Y lo que empecé a sentir fue mucha, mucha gratitud hacia la gran madre por mi vida, mi camino, por todo lo que recibo cada día…Y después una inmensa gratitud por todas las mujeres que me rodean, por mis amigas, las mujeres que me acompañan en diferentes ámbitos de mi vida, las mujeres que acompaño, las mujeres de la red, mi hermana, mi madre, y mis tres abuelas. Si, he tenido la fortuna de tener tres abuelas y me dí cuenta esa noche: María, Pilar e Isabel. A ellas les dedico esta meditación.
Fue todo muy hermoso, en la soledad de la noche… Gracias Miranda por tu gran labor.
Qué bonito, Mónica. Yo también tuve tres abuelas, así que sé a lo que te refieres 🙂
Yo no me apunté a tiempo, pero he visto que Miranda lo repite en mayo, así que no me lo perderé.
Un abrazo y gracias por compartir tu experiencia!
Ala! tu también tuviste tres abuelas! que coincidencia… Si, Vivian, hazlo la próxima vez. Es realmente hermoso y siento que hay cosas que están cambiando en mí a nivel físico… que cosas!
Un abracito mmmmm… calentito.
Hola Monica, yo también decidí recibir las bendiciones de Utero a la una de la mañana, para estar sola y tranquila, con lo que hemos compartido nuestra energía en esos maravillosos minutos. Gracias por haber compartido tu experiencia y espero que esto sirva para que se unan muchas más mujeres, es una experiencia incleible, os lo aseguro.