El grito es parte de la ceremonia de dar vida

Hace unos días hice un fascinante taller de escritura creativa con Esmeralda Berbel.  Cuando acabó el taller Esmeralda puso en mis manos uno de sus libros, ‘Alismas’ y me dijo ‘te gustará’. ‘Alismas’
es un libro de relatos que huele a tierra, a linaje y a tradición
oral.  No hace falta decir que tenía toda la razón, me encantó. Os dejo con un bello pasaje del final relacionado con el acto de dar a luz…
“Las mujeres de la aldea nacen a sus hijos rodeando el tronco de un árbol.  Paren a horcajadas,
con su propio grito, con la herencia de saber dar a luz.  La sangre que cae de su pubis violeta es para
el árbol. El grito es parte de la ceremonia de dar vida. Y el dolor de abrir los huesos, la hendidura, es el eterno
dolor de la transformación.  Cualquier mujer puede darse cuenta de la alegría del árbol al ver los frutos de las de su misma especie.

Luego las mujeres cantan cerca del árbol.  Los pechos rebosan de leche tibia, la placenta dormita en la tierra, las mujeres del valle hacen un círculo parecido a los círculos de media noche y entre ellas cuchichean un rezo muy antiguo.  Un rezo a la vida.

 Es normal que al amanecer hayan brotado crisantemos por todas partes y el sol nazca en las orillas y las alumbre y caliente la derramada leche.”
Del libro ‘Alismas’, Ellago ediciones.
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