Epidural consciente versus epidural indiscriminada

Hoy he acompañado el  nacimiento de Marina tras un parto inducido, largo, fluido, con epidural  y respetado, muy respetado.

La mamá quería un parto natural pero la falta de líquido amniótico precipitó los acontecimientos y dos días antes de la FPP desde el hospital le sugirieron la inducción. Después del quiebre inicial, la madre aceptó –ya lo sabía, pero no basta con saberlo- que en los nacimientos existe la posibilidad de que sucedan acontecimientos inesperados que tienen por misión ofrecernos grandes aprendizajes.

 Ella quería seguir intentando manejar el dolor con sus propios recursos a pesar de saber que la oxitocina sintética es prácticamente insostenible sin epidural. Todo y con eso ha estado más de 6 horas fluyendo con su dolor, con su fuerza, su determinación, la gran ayuda de su pareja, el respeto por parte de las matronas del hospital y mi acompañamiento.

Pasadas estas 6 horas y sabiendo que su cérvix aún no había borrado del todo y estaba lejos de empezar a dilatar, sus fuerzas mentales empezaron a fallar, y entró en una espiral de culparse a sí misma por no poder más… En ese punto la acompañé para salir de ese lugar de sufrimiento y llevarla a un espacio de compasión, respeto y amor hacia sí misma por la valentía que estaba demostrando.

Tras un periodo de dudas sobre si pedir la epidural o no, de hablarlas con su pareja, con la matrona y finalmente conmigo, decidió ponerse una suave dosis. A partir de ahí entramos en otro parto, obviamente más tranquilo, más relajado pero no por ello menos consciente o  desconectado. Borrar el cuello del útero fue lo que le llevo más horas, dilatar a completa tan solo tres y el expulsivo una hora más. Marina nació en un entorno respetado por todos  y la madre estuvo en todo momento presente, serena y haciendo equipo con su hija y con su pareja. Ya hace tiempo que le doy muchas vueltas al tema de la epidural. Las defensoras del parto natural, respetado o como quiera que lo llamemos la hemos demonizado y muchas mujeres también.  Si una mujer quiere un parto sin intervenciones y respetado y finalmente opta por la epidural por el motivo que sea, se siente que ha fallado, que ha fracasado y eso no es bueno, no le sienta bien, lo lleva a cuestas en el posparto, en su mochila emocional.
Una cosa es el uso indiscriminado y automático de la epidural y otra muy distinta el uso de la epidural consciente. Como dice la comadrona americana Pam England, en su libro Birthing From Within:
 “Dar a luz con consciencia no significa necesariamente sin la utilización de la epidural, significa estar abierta a cada momento y hacer aquello que necesita ser hecho, con todo el corazón. Puede ser sabio y compasivo para algunas madres pedir la epidural  en las siguientes circunstancias:

Cansancio exhaustivo de la madre: El parto ha durado más de 24 horas y el nacimiento del bebé no es inminente.  Una madre exhausta necesita dormir.

Falta de progreso: La dilatación se ha parado, aunque las contracciones hayan sido continuadas durante más de 4 horas.  En los casos en los que el parto se para o se bloquea y se han hecho todos los esfuerzos de manera natural para desbloquearlo, el uso de la epidural puede normalizar el parto.  El stress prolongado no sólo deja exhausta a la madre física y emocionalmente sino que también eleva los niveles de adrenalina. Este incremento de adrenalina neutraliza la oxitocina por lo tanto las contracciones se hacen más débiles y se ralentiza o se para la dilatación del cérvix.  En este punto el alivio del dolor permite a la madre tomarse un descanso muy necesitado y la oportunidad de rehidratarse si fuera necesario.

Parto inducido: el parto ha sido inducido o acelerado con pitocina.  Las contracciones simuladas artificialmente tienden a ser más intensas.  A esto se suma que cuando un cérvix está inmaduro y el parto es inducido, la dilatación puede ser más lenta haciendo de ello un proceso más largo y doloroso. El manejo del dolor se hace más estresante y difícil porque la madre está confinada en una cama ligada al monitor fetal.

En este tipo de situación, el alivio a tiempo del dolor baja los niveles de adrenalina y ayuda a la madre a relajarse profundamente.  Los niveles de oxitocina puede entonces que suban, y si esto sucede, las contracciones fuertes y efectivas necesarias para que un bebé nazca normalmente se reanudarán.

Hay que tener en cuenta también que a veces, cuando una madre ha entrado en un patrón anormal de parto (por eso se le administró oxitocina sintética), el alivio que da la epidural puede no ser suficiente para que un parto se vuelva a poner en marcha.
Y también, a veces, mujeres con el cérvix inmaduro progresan adecuadamente con la inducción de y pueden dar a luz sin epidural.  Por lo tanto, no asumas que necesitas pedir la epidural cuando hay inducción.  Espera y observa.”

La epidural sabiamente (o compasivamente) utilizada es una herramienta de manejo del dolor útil en nuestro tiempo, en nuestra cultura, donde parir se ha convertido en un proceso temido por muchas mujeres y donde la creencia de que el parto duele es tan potente, que no podemos todavía darle la vuelta.  Aunque estamos empezando.La clave, como siempre, está en la información. La información es poder y es una de las soluciones al uso indiscriminado de la epidural en la sociedad del siglo XXI.

Estoy muy contenta con este acompañamiento de hoy que me ha permitido conectar con todo lo aquí escrito. Y estoy contenta por este hospital en Barcelona (Sant Joan de Deu) que ha lanzado una apuesta en favor de las doulas y del parto respetado. Allí se huele, se respira una alineación de todo el personal a favor del parto no intervenido. Y eso significa que los tiempos están cambiando.  Me he sentido respetada y tenida en cuenta por las matronas en todo momento, incluso una de ellas me ha reconocido por ser la organizadora de los grupos de canto carnático y me ha preguntado sobre ello!
Definitivamente times are changing.
 MONICA-MANSO-LOGONAME
6 septiembre 2014

 

4 comentarios
  1. Elena Andres
    Elena Andres Dice:

    Hola Mónica, un encanto de artículo!!!! Yo después de casi dos dias de parto en casa, fuí al hospital y en todo momento me valoraron mi trabajo de parto e intentaron que fuera vaginal, aunque finalmente fué cesárea (el pequeño Max se iba para arriba). Lo viví con plenitud, aún teniendo efectos secundarios con la epidural. Pues tenía en mi cabeza lo que me enseñó mi profesora de yoga "No preparo para un parto Natural,sinó con un parto con Serenidad!". Después el posparto en casa con mi comadrona fué una delicia, la osteopatía y el parto iniciático encaminaron el proceso de recuperación. Gracias por tu visión tan tranquilizadora!!!!!

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