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Un día vas a parirte a ti misma

Hoy os comparto un poderoso, intenso y femenino texto creado por Elena Plaes.

Lo más poderoso que vas a hacer en la Vida va a ser parir.

Si consigues mirarte a los ojos en tu propio reflejo para después cerrarlos y comenzar a bailar con tu sombra, rebuscar en tu historia y resistir firme, vas a parirte a tí misma.

Un día, vas a parirte a tí misma.

De repente algo te atravesará hasta estremecerte y erizará tu piel hasta que duela, y a partir de entonces, ya no podrás mirar hacia otro lado.

Demasiado tiempo dormida, demasiado tiempo perdida, demasiado tiempo sola.

Un día vas a ponerte de parto y un parto Mujer, es imparable.

Un parto es como estar en medio de una poderosa tormenta eléctrica, majestuosa, amenazante, oscura… y a la vez llena de luz cegadora, de energía concentrada en un sólo momento y en un sólo lugar.
Vas a notar que tus sentidos se agudizan y una maldita necesidad de sacudirte. No vas a poder dejar de moverte, de mover tus caderas, estirar tu columna, sacudirte y retorcerte, llorar y reír a la vez, gritar, cantar… En un parto todo vale, todo lo que tú necesites vale: ¡que no te acallen, que no te detengan!

Somos manada y en el viaje encontrarás a más, algunas perdidas, otras de parto a las que tal vez en ese momento no comprendas, y algunas recién paridas, con esa luz, con ese poder…
Somos manada y aprenderemos a cuidarnos, alimentarnos y darnos calor las unas a las otras.

En algún momento de la Vida deberás elegir entre la amargura y el amor hacia tí misma y justo ahí empezarás a gestarte. Buscarás y buscarás , probarás cosas que jamás te atreviste a probar, cada célula de tí se transformará mientras tejas consciente la vivencia de tu propia gestación. Olfatearás, agudizarás tu instinto, sentirás más intensamente y tu sentido del gusto cambiará por completo.

Posarás las manos en tu Útero, olvidado, pervertido con desprecio de siglos y que empezará a latir al compás de la nueva Vida que estarás creando y tu parto será húmedo y cálido, sin más desgarros ni cicatrices porque éste parto es la cura para amarte criatura.

Dadora de Vida es tu Naturaleza, te lo debes por todo lo que sufriste y sufrieron antes de tí. Escucha La Llamada, prepárate, acepta el desafío y Date a Luz. Luego explícalo, compártelo, cuéntalo, escríbelo, cántalo, báilalo, que nos llegue a todas y que todas nos nutramos de tí.

Un día Mujer, vas a parirte a tí misma.

Texto creado por Elena Plaes
www.elenaplaes.com

Imagen: Spiritysol

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Rituales de preparación para el parto y la maternidad

Hoy vengo a hablarte de un tema que me encanta: cómo celebrar un ritual de preparación para el parto y la maternidad, te explicaré también porque son importantes estos rituales y te daré unas cuantas ideas para que te inspires.

Todas las que sois madres habéis experimentado el cambio tan profundo que supone convertirse en madre, es tan único para cada mujer que casi no se puede poner en palabras. Por ello poder atravesar este cambio de identidad arropada por tu ‘comunidad’, por tu ‘tribu’ marca una gran diferencia. A partir de aquí surge esta práctica de celebrar esta transición con un ritual o rito de paso.

Los indios navajo llaman a este ritual de preparación al parto y la maternidad Blessingway (literalmente bendecir el camino), y su misión es reunir a las personas más cercanas a la mujer embarazada (amigas y familiares íntimos) para reconocer esta transición profunda que para ella representa dar a luz.

En el video de hoy te cuento todo lo que tienes que tener en cuenta para preparar este ritual y también te ofrezco más de 15 ideas para inspirarte para que puedas realizar el tuyo.

Descubre aquí cómo preparar tu ritual de preparación al parto y la materidad<<

 

Por cierto al final del video te doy dos referencias de libros: ‘Rituales africanos de binvenida para la vida’ de Sonbofu Somé y ‘Blessingways: a guide to mother-centered baby showers – celebrating pregnancy, brith and motherhood’ de shari Maser.

Me encantaría saber de tu experiencia si va s a celebrar el tuyo o participar en uno. Te espero en los comentarios del blog

Un fuerte abrazo,

 

P.D: Si te ha gustado este vídeo, compártelo en las redes y con tus contactos. ¡Gracias! Cuantos más resonemos con la espiritualidady el Amor más fácil será crear un mundo mejor.

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¿Quieres aprender a practicar la respiración consciente?

Hace ya muchos años que practico respiración consciente y meditación cada mañana y de verdad que hoy en día se ha convertido en una parte esencial de mi vida y de mi bienestar personal.

Por eso hoy te traigo un video en el que te explico a cerca de la respiración consciente y además al final incluye un audio guiado por mí para que puedas practicarla en tu día a día. Siempre que quieras y lo necesites podrás tener el audio a tu disposición, a través de él deseo que tengas un dulce encuentro contigo misma y contactes con un espacio de calma interior que te ayudará a gestionar el estrés y el vaivén emocional.

La respiración es el instrumento más sanador y poderoso del que dispones en todo momento. Si la practicas con constancia puede ser un gran recurso para tu embarazo y la conexión con tu bebé, para sobrevellar la intensidad del parto y para gestionar las emociones de la maternidad.

Cada respiración es un dar y un recibir, un tomar y ofrecer que nos conecta directamente con la abundancia del universo. Siempre hay oxígeno para todos.

Ya sabes que la práctica hace al maestro, cuanto más practiques, cuanto más tiempo le dediques, más bienestar conseguirás. Te sugiero una vez al día, en la mañana, antes de que toda tu familia se despierte. Te prometo que es una hora mágica y sanadora.

CUÉNTAME COMO TE HA IDO EN LOS COMENTARIOS DEL BLOG, estaré encantada de escuchar sobre tu práctica.

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¿Por qué me masturbé durante mi parto? Aquí te doy 3 razones que tú también deberías considerar

Hace unos días una mujer a la que acompañaré proximamente en el parto me preguntó ‘¿Y si me masturbo en el parto me aliviará el dolor?’ La invité a ver el documental de Debra Pascali Bonaro ‘Orgasmic Birth’, pero igualmente empecé a buscar más información para ella por la red y me encontré esta joya-testimonio de Angella gallo, doula y fotógrafa de Melbourne, que con mucho amor (y placer) os he traducido…

¿Por qué me masturbé durante mi parto? Aquí te doy 3 razones que tú también deberías considerar
Por Angela Gallo
“Cierra la puerta – y ella dijo ¡¿qué ?!” 

Sí, me has oído bien. Y no estés tan sorprendida. El Nacimiento y el Sexo operan casi de idéntica forma. Las hormonas, las sensaciones, la anatomía involucrada, la actividad cerebral, los receptores … todos ellos están tan fuertemente entrelazados. Nuestra vulva se hincha, el flujo sanguíneo se incrementa, gemimos, movemos las caderas, la respiración se hace más profunda, el sudor – caemos en un espacio íntimo y sagrado. Hey, mujeres de todo el mundo están experimentando el parto orgásmico y yo quería asegurarme de que a mí también me tocaba un pedazo de ese pastel!

Y sin embargo, todavía perturba la mente de algunas personas cuando les dejo entrar en mi (no tan sucio) pequeño secreto. 

El Nacimiento hace que salga el animal que hay en mí; y es una sensación que me permito sin vergüenza. Sólo puede ser descrito como una leona que sale de su cueva – atractiva, fuerte, capaz, cálida. El segundo nacimiento de mi bebé fue notablemente más empoderador que el primero. En primer lugar, hice el trabajo de parto en la comodidad de nuestro hogar, con la gente que más amo. En segundo lugar, debido a la privacidad, el apoyo y el amor que me envolvía, sentí mis oleadas de una forma completamente diferente. Fueron intensas, sí. Pero la naturaleza salvaje de ellas la sentía … eléctrica. Sensual. Poderosa. Recuerdo un momento muy vívidamente. A medida que me acercaba a la fase de transición (9-10 cm), me sentí increíblemente frágil, sin esperanza, y abrumada. (¡La fase de transición puede ser tan perra!) La Masturbación empezó a cobrar sentido para mí conforme iban pasando las olas . Recuerdo a mi marido diciendo: “¿Te gustaría tener relaciones sexuales? Y aunque no podía comprometerme a tener relaciones sexuales en aquel momento, ¡él parecía estar leyendo mi mente! La estimulación del clítoris fue una absoluta delicia. Mi foco de atención cambió a mi vagina, y a toda la energía que bullía dentro de mí. Me hizo sentir conectada, y me hizo sentir como si tuviera algún control sobre lo que estaba sintiendo. Las contracciones eran mucho más manejables, y el descanso entre ellas era mucho más agradable. Si cierro los ojos ahora, me traslado de nuevo a ese lugar. El agua caliente en mi espalda, las manos de mi marido cogiendo las mías, la seguridad de su presencia, la felicidad al sentir como cabalgaba las olas salvajes. Orgásmico en un sentido sexual – no. Placentero – SÍ. Fue mi sistema instintivo de alivio del dolor para dar a luz! Estoy muy orgullosa de mí misma por explorar una camino que tan frecuentemente produce vergüenza.

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Los textos que existen basados en la ciencia, la biblia o la medicina, siempre han hablado sobre el parto como algo que ‘soportar’; y el dolor como castigo por comer la manzana de ese maldito árbol. Muchas personas se sienten muy incómodas con la idea de sentir placer en el parto. Y bueno, lo entiendo. Para algunos, es una idea muy grande que nos lleva a salir de nuestra zona de confort.

Debra Pascali-Bonaro, pionera y defensora de parto orgásmico, dice: “Vivimos en una cultura en la que algunas mujeres sienten vergüenza de sentir placer , porque la expectativa es dolor”, Dice Pascali-Bonaro: “Tenemos que cambiar eso”.

La buena noticia es que si has llegado hasta aquí, es porque por lo menos estás intrigada. Aquí te dejo algunas razones tentadoras para sacar la vergüenza del placer, y poner el sexo de nuevo en el parto!

 1. ‘Lo que lleva al bebé adentro lo lleva también afuera!’

La oxitocina, cariño. Con un poquito de endorfinas y adrenalina. (En las cantidades correctas, ¡claro!) Ina May no estaba bromeando cuando ella acuñó este término. Pezón, vaginal, estimulación del clítoris, besos, intimidad, afecto; todos ésto inspira el flujo de nuestras aliadas, las hormonas para el nacimiento. ¿Experimentas un parto prolongado o ‘estancado’? ¿Necesitas un poco de ayuda natural? ¡Tócate, mama! Hará que las cosas buenas fluyan.

 2. Alivio del Dolor

Has tenido alguna vez un dolor de cabeza, o una resaca, o no podías dormir; e instintivamente te has decidido por una mini masturbación? Y luego ¡voila! – el dolor de cabeza mágicamente se ha ido? Bueno – muchas de nosotras lo hacemos. Y eso es porque funciona. Entonces ¿por qué habría de ser diferente usar la estimulación del clítoris durante / entre las contracciones? En 1988, un hombre con el nombre de Komisaruk publicó un estudio en el Journal of Sex Research, que exploró la idea de que cuando las mujeres ‘estimulaban sus vaginas o clítoris, llegaron a ser menos sensibles a la estimulación dolorosa’.

‘Utilizando ratas, Komisaruk encontró que la estimulación vaginal bloqueó la liberación de un transmisor de dolor llamado sustancia P. En otras palabras, las neuronas sensoriales encargadas de transmitir su mensaje de “¡ay!” al sistema nervioso central están bloqueadas desde el primer momento”. 

 

“Es un sistema fisiológico muy primordial del aparato genital que bloquea la entrada del dolor”, dijo Komisaruk. 

 

 3. Sienta bien! 

¿Estás con el animo encendido? ¿Quieres sentirte más relajada? Conoces esa sensación de atontamiento, satisfacción y cansancio que tienes después de un orgasmo… ¡Pues justo eso! Puedes sentirte ansiosa, tensa, estresada, incapaz de descansar, la mente corriendo – vuelve a lo básico con un poco de amor delicioso y exquisito hacia tu clítoris.

www.AngelaGallo.com (puedes leer su artículo en inglés aquí)

IG @ANGELAWOMBWARRIOR

www.facebook.com/wombwarrior

Si quieres escuchar una charla genial sobre el tema ves aquí TedTalk from Kate Dimpfl

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6 Claves para potenciar tu confianza como madre

Que difícil es a veces ser madre ¿verdad?

Imagino que a ti te pasa como a mí y como a muchas de las madres que acompaño, que son tantas las microdecisiones que tenemos que tomar en el día a día y en muchas ocasiones no hay a nadie con quien compartirlas en el momento, que es muy fácil acabar dudando de ti, pensar en que te has equivocado y acabar minando tu confianza como madre.

Es mucho el peso que sostenemos sobre la educación y la crianza de nuestros hijos, y muy grande la exigencia de querer hacerlo bien.

La mayoría de las veces queremos ofrecer un modelo de crianza a nuestros hijos diferente del que nos dieron nuestros padres, menos disciplinada, más respetuosa, con límites sanos y justos pero no siempre podemos, en muchas ocasiones el cansancio al final de día no ayuda y acabamos exhaustas y con los gritos que se cuelan por los poros de nuestra piel.

Y en general, de los gritos a sentirte mala madre y con falta de confianza en ti y en tus recursos porque no gestionas bien los conflictos del día a día hay un paso.

Imagínate cómo sería poder tener más confianza en ti misma para gestionar el día a día de una manera más centrada y equilibrada…

¿Te lo estás imaginando? Responder en lugar de reaccionar, ver con claridad la decisión que has de tomar, confiar en ti profundamente sin dudar.

Pues esto es lo que vengo a ofrecerte hoy: 6 claves para cuando te falle la confianza y pienses que lo estás haciendo mal, que te ayudarán a fortalecer todo el esfuerzo y la valía que tú tienes.

La confianza es un sentimiento que viene de adentro, y que conviene cultivar día a día. Por eso estas claves son para irlas incorporando y practicando poco a poco en tu vida diaria. Son poderosas, y requieren obvservarte, escucharte, y estar dispuesta a sustituir viejos hábitos por unos nuevos.

 

Por si no puedes ve el video te las dejo también por escrito:

1- Pide ayuda cuando lo necesites.
Parece contradictoria ¿no? Si tengo confianza en mí misma no necesito pedir ayuda. Pues No. Las personas que tiene confianza en sí mismas piden ayuda cuando lo necesitan, no tiene ningún problema en asumir que no lo saben todo. Para ellas pedir y recibir ayuda es una gran oportunidad de aprender algo nuevo. Saber pedir es un arte.

Así que ya lo sabes, abandona tu deseo de la ser super heroína ‘yo puedo con todo’ y permítete pedir ayuda cuando lo necesites, tanto en tu vida cotidiana como en la crianza de tus hijos, tanto pedir un consejo a tus amigas como a los profesionales de la crianza o la salud. Crea tu tribu y te sentirás más confiada y feliz.

2- No temas cometer errores.
Cometer un error no es algo horrible de lo que te tengas que arrepentir o por lo que te tienes que culpar toda la vida. Todos somos humanos y comentemos errores, está en nuestra naturaleza y como madres, es algo que nos pasa casi a diario: la crianza muchas veces nos lleva límite, tanto con los hijos como con la pareja, lo que muchas veces se traduce en gritos o reacciones de nosotras mismas que no nos gustan y nos generan culpa. Nada de culpas. Si te das cuenta de que has cometido un error, lo importante es admitirlo, responsabilizarte de él, aprender de él para mejorar y pedir disculpas si lo ves necesario y te hace sentir mejor.

Recuerda que Siempre lo haces lo mejor que puedes con lo que sabes.

Como dice la poetisa Maya Angelu “Hazlo lo mejor que puedas hasta que sepas más. Y entonces, cuando sepas más, hazlo mejor.”

3- Suspende el juicio hacia los demás.
Las personas que tienen confianza en sí mismas no están todo el día viendo la paja en el ojo ajeno. Se preocupan por mejorarse a sí mismas.

Pon atención y observa cuantas veces al día enjuicias a las personas que te rodean, especialmente a la forma de criar de otras madres. Es un no parar. Es así nuestra naturaleza humana, todo y a todos lo catalogamos como negativo o positivo, pero que pasa si suspendes el juicio? Haz la prueba. Cada vez que te des cuenta de que estás juzgando a alguien, deja de hacerlo y observa que sucede. Verás que muchas veces aparece la compasión.

Todos tenemos una historia de vida y todos tenemos y árbol familiar del que procedemos y con eso nos construimos nuestra personalidad en la vida para sobrevivir y buscar nuestro lugar en el mundo.

De hecho, lo que todos buscamos en el fondo es amor. Así que La confianza en ti misma se demuestra honrando tu estilo y forma de vida y permitiendo que los demás tengan el suyo.

4- Si has de competir, que sea contigo misma.
Deja de competir con las demás mujeres, son tus hermanas de camino. Me sorprende ver lo mucho que las mujeres compiten entre sí cuando todas, desde hace generaciones y generaciones, hemos luchado mucho para visibilizarnos y ser respetadas. Todas tenemos nuestro lugar en el mundo.

No caigas en el error de la sociedad patriarcal y competitiva. Si has de competir que sea contigo, para ponerte nuevos retos en tu día a día, para mejorarte, para avanzar, para ir más allá, para ganar más confianza como madre y como mujer.

5- Permítete decir NO.
Deja de decir Si cuando quieres decir No. Ármate con toda tu fuerza y poder y simplemente di NO. Y esto es bueno hacerlo también con tus hijos. Ser consciente de cuando ya no puedes dar más de ti y expresárselo.

Si siempre dices que si los otros toman control sobre ti, tanto tus relaciones como tus hijos. En cambio si empiezas a de decir ‘No’ te estás diciendo ‘Si ‘a ti misma, si a escucharte, si a tus necesidades, si a confiar en ti.

Y además les estás enseñando a tus hijos a que ellos a su vez aprendan a poner límites en su vida.

6- Toma riesgos, sal de tu zona de confort.
Persigue tus sueños. Nunca es tarde para hacer lo que el corazón te pide. Por muy mamá que seas, no abandones tus sueños. Si los dejas completamente de lado, en algún momento lo puedes lamentar.

A veces nos apoltronamos en nuestra zona de confort de mami-familia y ya no salimos de ahí…

Da un paso adelante y toma el riesgo de hacer cosas que verdaderamente te gustan, cosas que te hagan vibrar, sal de tu zona de confort. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que no salga bien? Bueno, ya sabes que de los errores se aprende y es una forma de mejorar en la vida.

Espero que te haya inspirado el post para hacer algunos cambios entu vida y mejorar tu confianza.  Si es así me encantará leerte en los comentarios. Anímate a dejar tu testimonio, tu historia puede inspirar a otras mujeres que pasan por aquí a diario.

Con cariño,

Mónica Manso

 

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5 pasos para tener más paz interior en tu día a día

Hola guapa,
Por fin es viernes!
Estoy muy contenta con la acogida que ha tenido el video sobre emociones y embarazo y una gran parte es gracias a ti, a tu apoyo, tus comentarios de ánimo, tu tiempo para ver el video… Así que sólo puedo decirte ¡GRACIAS DE CORAZÓN!  El esfuerzo ha merecido la pena.

Como te comenté, alternaré temática de maternidad con desarrollo personall y hoy te traigo un tema que a todas nos hace mucha falta: cómo crear más paz interior en nuestro día a día. El mundo va a un ritmo muy rápido (y  loco)  y nosotras con él. El estrés se ha convertido en nuestra segunda piel y apenas nos damos cuenta.  O sino obsérvate cuantas veces al día te sientes tensa, enfadada, con ganas de estar sola, de descansar… Pues eso, que la plabra RELAJACIÓN brilla por sus ausencia en nuestro vocabulario, o si lo está es como una forma de utopía.

Así que hoy he creado un vídeo con el propósito de ayudarte a crear más bienestar en tu vida, a través de cinco pasos, algunos sencillos y otros que te harán reflexionar y observarte.


 
Descubre ahora los 5 pasos para tener más paz interior en tu día a día

Bueno guapa, me despido, deseando que el video te inspire y  pidiéndote que si te gusta lo compartas con tu tribu, le des al like y te suscribas a mi canal, todo tu apoyo es super bien recibido.  Cómo ves pedir es también una forma de cuidarse, o al menos para mí.

Feliz fin de semana.
Mónica Manso

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De pareja a familia: una guía emocional

Pasar de ser pareja a ser familia supone un gran cambio en el ciclo vital de las personas. La llegada de un nuevo ser viene acompañada de un cambio de prioridades, de valores, de hábitos, de responsabilidades e incluso de una nueva forma de mirar el mundo.

Es una experiencia transformadora que nos pone ante una gran responsabilidad y un gran desafío: la crianza y el acompañamiento de nuestro hijo en el mundo. Porque criar a un hijo no es algo que podamos aprender en los libros o en las escuelas, es algo que se aprende mientras se vive, en el día a día. Se dice popularmente que ‘deberían venir con el libro de instrucciones bajo el brazo’, afortunadamente para ellos y nosotros, no es así pues nos perderíamos una experiencia llena de emociones y matices.

Tener a un hijo supone experimentar el amor y la entrega incondicional. Verle crecer, sonreír, aprender a hablar y a caminar por la vida, responder a nuestros estímulos, a nuestro amor, madurar… El lenguaje y las palabras no son suficientes para describir sentimientos tan profundos que nos tocan el alma.

Pero si nos quedáramos sólo con esto, nos quedaríamos en el ideal. Hemos de tener en cuenta que hay muchas maneras de llegar a ser madre o padre: muchos niños nacen de una relación estable entre dos personas, otros son fruto de una relación pasajera, algunos han sido esperados durante mucho tiempo, otros adoptados, otros a través de técnicas de reproducción asistida, otros llegan sin haberlo planeado…

La maternidad y paternidad también se caracteriza por la ambivalencia emocional, nos va a traer toda la gama de emociones al completo: alegría y temores, euforia y rabia, admiración y frustración, seguridad e impotencia… Es una experiencia que cuestiona, desafía, interroga y transforma a quien decide vivirla.

Transformarse en padres implica que a cierto nivel, dejamos de ser hijos. Constituye un nuevo posicionamiento ante la vida.

La llegada del primer hijo

La llegada del primer hijo al hogar crea una constelación totalmente nueva: el ser que acaba de nacer necesita que la pareja le haga un sitio y a la vez hay que encontrar un nuevo lugar para los padres que también acaban de nacer. Se producen movilizaciones en los vínculos, tanto a nivel individual de cada miembro de la pareja como en la organización del entorno.

Durante el primer año todo se reorganiza: los horarios, la rutina, el sueño, los niveles de energía, las emociones, la alimentación, el espacio vital, la vida profesional… Y durante el segundo año todo este movimiento interno y externo se va asentando.

Al principio, los adultos están constantemente ocupados en el cuidado de su hijo y postergan los espacios de tiempo para estar juntos como pareja. En el caso de la madre, la situación es más intensa pues se ve inmersa en una simbiosis emocional con su hijo que le requiere un espacio vital y energético muy grande, ello implica que va a tener mucha menos disponibilidad para su pareja. Algunas parejas, ante este hecho, se sienten desplazadas, excluidas e incluso abandonadas sin saber que su lugar está en algo tan sencillo como proporcionar seguridad y contención a la díada mamá-bebé.

Por eso es importante gozar de buenas dosis de información, comunicación y paciencia durante esta etapa: tener un claro conocimiento de que dura aproximadamente dos años, buscar espacios de comunicación, cuando el bebé descansa, donde expresar qué me pasa y qué necesito, rodearse de otros padres y madres en la misma situación para compartir experiencias, confiar en la intuición para la crianza más que los consejos externos, proporcionarse muestras de cariño no verbales y lo más importante generar espacios, por pequeños que sean, para estar a solas.

Con la llegada del primer hijo la identidad empieza a cambiar de hombre a padre, de mujer a madre de pareja a familia, y lo hace lentamente, paso a paso, día a día, crece en la medida que crece nuestro hijo.

A través de este proceso la nueva pareja de padres va construyendo una forma propia tomando y descartando diferentes aspectos de lo que cada uno tiene incorporado de su familia de origen. Este cruce de modelos, según la óptica desde la cual se mire, puede provocar tensiones, por ello es importante hacer una mirada amplia y ver lo enriquecedor que es lo que cada modelo aporta a la familia. Al final serán nuestros hijos quienes se queden con uno u otro, o con ambos a la vez interrelacionados.

La familia es un lugar mágico y a veces no le damos la importancia que le corresponde, es el lugar donde somos acogidos desde el primer momento, el espacio donde se configura nuestra personalidad, nuestro puente hacia el mundo y el lugar al que siempre volver cuando nos cansamos de él.

Merece la pena hacer todo lo que esté en nuestra mano para cuidarla y mantenerla. No solo por nuestros hijos sino también por las próximas generaciones.

5 claves para conseguir llevar a término tus propósitos


Si, de verdad, tú puedes hacer realidad los propósitos que te planteas para este año. Yo confío en ti, igual que tú confías en mí cuando me lees, y sé que dentro de ti hay una mujer sabia que sabe el camino.
 Hay una parte de ti que lo duda, ¿verdad? Te entiendo, a mí también me pasa, cada vez que me planteo un cambio en mi vida, ya sea interno o externo, hay una vocecita en mi cabeza que lo pone en duda y me dice ¿seguro que vas a ser capaz de hacer esto? ¿Cuántas veces lo has intentado antes y no ha funcionado? ‘Cada año en septiembre te planteas lo mismo y al año siguiente estás igual’ o ‘No es el momento de hacer esto’, o ‘mi hijo es demasiado peque’ o ‘es que nunca tengo tiempo’ o ‘que locura pensar que puedo yo hacer eso’ …
¿Te suena algo igual o parecido? Esta voz interna que se despierta ante cada idea de cambio es aquella parte de ti que no quiere salir de tu zona de confort, que no quiere hacer esfuerzos, que es perezosa, o miedosa, o tan perfeccionista que mejor no intentarlo, o es catastrofista y piensa que va a salir todo mal…Es la parte de ti que te tira por la espalda cada vez que quieres dar un paso adelante.
¿Sabes que es lo más importante para poder cumplir nuestros propósitos?
Tan sólo 5 cosas:
1- Desearlo profundamente, tenerlo muy claro sentir nuestro objetivo/ propósito en cada una de nuestras células bajo nuestra piel, con el cuerpo y el alma.
2- Definirlo de manera clara, concreta y en presente. No vale me voy a apuntar a yoga o voy a coger más tiempo para mí. Tienes que especificar, voy a yoga los martes y los jueves de 18 a 19h. O me cojo tiempo para mí toda la tarde del último lunes de cada mes.
3- Tener muy claro que vas a estar lidiando continuamente con esa voz interior que te tirará por la espalda cada dos por tres y ¿qué es lo que tienes que hacer? Ni caso. Ya te la conoces, es la voz del conformismo, y esta vez tú no te quieres conformar, quieres avanzar, así que amablemente le dirás: ‘gracias por tus consejos pero esta vez voy a avanzar porque es mi momento’. Así de fácil. Y sigues con tu objetivo.
4- Perseverancia y Foco. Nunca tires la toalla. Intentarlo una y otra vez, cada día, hasta que lo logres. Y enfócate en él, que sea tu norte, tu brújula en el territorio de tu vida cotidiana.
5- Comprométete con tu objetivo explicándoselo a una amiga o a una persona cercana a ti que te inspire confianza y con quien vas a rendir cuentas una vez al mes y a quien le explicaras tus retos, logros, fracasos y aprendizajes en el camino. Esto es super importante, es lo que te va a dar más fuerza e impulso.
 Y ahora viene decidir en qué objetivo te vas a centrar. Te sugiero uno a uno. Poco a poco. Paso a paso. Foco, Norte, recuerdas? date a ti misma el regalo del tiempo y de disfrutar del camino… así que de toda la lista que tienes, prioriza el que más profundamente desees y escoge ese como el primero. Atrévete, es tu momento, yo se que tú puedes.
Y para liarla más todavía, te propongo que lo hagamos juntas durante los próximos cuatro meses hasta final de año y me lo cuentes en los comentarios en este post.  De esta manera tejeremos una comunidad de madres y mujeres unidas por un mismo propósito: hacer realidad nuestro objetivo porque es nuestro momento y queremos avanzar.
Para ello te voy a contar el mío: Tiene que ver con mi deseo profundo de bailar y dejar a mi cuerpo expresarse en su totalidad. Para ello El último martes de cada mes asistiré a la clase de 5 Ritmos con Noelia Ruiz en el Institut del Teatre y Cada jueves de 20 a 21.30 a las clases de bioenergética con Luis Carbajal. Llevo AÑOS queriendo hacer esto y este año me comprometo contigo a que será una realidad.
Ya te dije al principio del email que confío en ti, porque se hay una mujer sabia dentro tuyo que sabe el camino. Así que espero tus comentarios al final del post para enriquecernos todas, dar un paso adelante y avanzar en esta aventura maravillosa que es la vida.
Ah! Y sobre todo, sobre todo NUNCA te pongas la excusa del tiempo. El tiempo no se tiene o se encuentra, el tiempo se crea.
 Si te ha gustado el post, por favor comparte! Sharing is caring.
Un abrazo,
MONICA-MANSO-LOGONAME
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La función sagrada de la madre y del padre

Llevo una temporada leyendo y releyendo el libro de Gabrielle Roth ‘Mapas para el éxtasis, enseñanzas de una chamán urbana’, un libro muy poderoso, escrito en 1989, que recomiendo a todas las personas interesadas en su crecimiento personal y espiritual.
Hay un capítulo del libro fascinante titulado ‘Los cinco profesores sagrados en el viaje de la vida’ en el que se menciona la función sagrada de la madre y la función sagrada del padre. Me pareció que merecía mucho la pena transcribir algunos pasajes para el blog, así que aquí los tienes: léelos, paladéalos, déjatelos sentir y permite que su sabiduría te impregne…
 Los cinco profesores sagrados en el viaje de la vida 
 (…) “La historia de cada uno se despliega en ciclos naturales, y cada ciclo tiene un profesor o maestro natural: nacimiento, la madre; infancia, el padre; pubertad, el propio yo; madurez, la sociedad; vejez, el universo.”
 (…) “De estos cinco profesores sagrados (madre, padre, yo, sociedad, universo) aprendemos toda la sabiduría que necesitamos. Estos guías en el viaje de la vida son esenciales para nuestro desarrollo personal, son nuestros espejos.”
 La función sagrada de la madre 
(..) “El ciclo del nacimiento comienza con la concepción y dura hasta aproximadamente los cinco años. La madre es la profesora sagrada de este ciclo. Transmite las lecciones mediante su cuerpo, con el ejemplo, la orientación, la actitud, la energía, la vibración. Cuando una mujer olvida su función sagrada, esto es destructivo para ella, para su hijo o hija, su sociedad y su mundo.
(…) Es la madre la que transmite el instinto maternal a los hijos, cuerpo a cuerpo. Es así de simple. El proceso comienza en el embarazo, cuando la conexión entre los cuerpos y las psiques es total. Ahí es donde el bebé tiene la primera experiencia de la presencia o ausencia del instinto maternal.”
 (…)“El papel sagrado de una madre es respetar la unicidad o singularidad de su bebé y sustentar su sentido de valía personal. Lo alimenta cuando tiene hambre, no según un horario ideado por algún experto, y lo alimenta dándole lo que necesita y desea, no lo que se espera o por rutina. Le permite llorar cuando siente algún dolor o está triste, y dormir cuando está cansado. Así reconoce y refuerza la validez de los mensajes internos de su hijo/a. Le enseña a fiarse de sí mismo/a. De esta manera le transmite su instinto maternal sustentador, ayudándolo/a saber contestar espontáneamente las preguntas esenciales “¿Quién soy y qué necesito?” Cuando la madre hace su trabajo de honrar y respetar los instintos naturales de su hijo, (…) el niño se convierte en su propia persona, seguro de su valía y de su identidad única.”
 (…) “Es tarea de la madre transmitir a su hijo/a este instinto autovalorador y autosustentador no ser su ‘madre’ el resto de su vida. En el ciclo del nacimiento hemos de aprender a ser nuestra propia madre integrando el instinto maternal. Esta función sagrada lleva unos cinco años. Una madre que está efectivamente presente para su hijo, le enseña a ser atento consigo mismo, a cuidarse, sustentarse y afirmarse. “
(…)”Una madre sólo puede dar lo que ha recibido. Sólo puede enseñar a su hijo a cuidar de sí mismo todo lo bien que cuida ella de sí misma. Cuanto más se valoran y sustentan a sí mismas las mujeres mejores madres pueden ser.”
La función sagrada del padre 
 (…) “Hayas sido herido o bendecido (o, muy posiblemente, ambas cosas) en el primer ciclo de la vida, luego pasas al ciclo de la infancia y necesitas conocer a tu padre como tu profesor sagrado. Él es una madre al revés, la autoridad ante la permisividad de ella, la línea ante el círculo de ella, el prudente ‘no’ mundano ante el cósmico ‘si’ de ella. Mediante tu madre se desarrolla tu imagen de ti mismo, mediante tu padre se define. Dentro/fuera, espera que llegue/ve a buscarlo, rendición/control, permisión/exigencia, femenino/masculino. Entre la madre y el padre aprendemos a bailar el tango de la vida.”

 (…)”La madre nos enseña a ser nuestro cuerpo. El padre nos enseña a expresar nuestro corazón al iniciarnos en el mundo de las relaciones con los demás; enseña el arte de relacionarse mejor con otra persona, porque es la primera persona exterior a nosotros con quien tenemos que relacionarnos, es decir, entablar relación.En el útero somos inevitablemente uno con nuestra madre. El padre está fuera de nosotros, es nuestro mejor amigo y nuestra tarea (y enseñanza) es conectar con él. En la creación de esta relación construimos el cimiento para todas nuestras relaciones personales futuras

(…) más adelante en la vida nos relacionamos con las personas de la forma como nuestro padre se relacionaba con nosotros y nosotros con él. Es del padre de quien recibimos o no recibimos la capacidad de saber instintivamente la respuesta a la pregunta ¿Qué necesita esta otra persona de mí?”
(…)”El padre nos enseña a fijar límites, a trazar la raya, a sentir nuestra autoridad, nos enseña la capacidad instintiva para relacionarnos bien con los demás, nos enseña lealtad, compañerismo, comunicación y justicia.”
Gabrielle Roth
 Del libro “Mapas para el éxtasis”. 1989
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Nutrir tu alma cuando eres madre

En este momento del mundo y de nuestra historia, la mujer ha tomado el papel de nutrir a otros. Debemos encontrar un equilibrio. La Madre Tierra está lista y dispuesta a nutrir a sus hijas, pero sus hijas deben insistir en tomar el tiempo necesario para recibir esa nutrición para sí mismas “.
Jami Sams ‘The Thirteen Original Clan Mothers’

Con el fin de que seamos capaces de ser las mejores madres que podemos ser ( y cuando hablo de madres me refiero no sólo a madres de hijos naturales sino también a madres de proyectos, sueños, ideas), no debemos olvidarnos de cuidar de nosotras mismas y cultivar nuestras propias almas. Debemos crear la estructura interna que apoye y nutra el tiempo que necesitamos para nosotras mismas.

Ya sabéis que soy una fan del autocuidado y que de tanto en tanto voy publicando textos y artículos relacionados con ello.

Hace poco he tenido la oportunidad de leer el libro de Sharifa Oppenheimer ‘El Cielo en la Tierra: un manual para padres de niños pequeños’ y a continuación os traduzco un extracto que me encantó:

“La pregunta que cada madre y padre debe mantener viva a medida que criamos a nuestros hijos es: ¿Cómo cuido bien de mí, para que pueda cuidar bien para ellos?

Los adultos también necesitamos dormir bien, comer sano, hacer ejercicio y tener un sentido y un propósito en la vida. Cada madre tiene que encontrar su propio camino y crear ritmos para ella, al igual que los creamos para nuestros hijos. Esto no es un lujo; se trata de un requisito.”

“Sabemos que nuestros hijos no imitan sólo todo lo que hacemos, sino también la manera en como somos como ser seres humanos.

Nos imitan tanto las actividades más concretas como la esencia más sutil de nuestro ser. Esto puede ser un pensamiento paralizante! Sin embargo, si nos acercamos a nosotras mismas con el mismo humor y compasión que ofrecemos a nuestros hijos, vamos a ser capaces de apreciar nuestros éxitos en la búsqueda del equilibrio y a tomar nuestros fracasos con calma a medida que aprendemos de ellos”.

“Otra puerta para equilibrar tu ritmo interno es participar en alguna actividad que realmente te nutra.

Es fácil para los padres decir: “Pero cuidar de mi familia y disfrutar de la felicidad que esto me trae ya me nutre.” Esto puede ser cierto, pero antes de tener hijos, había actividades que te gustaban, que te nutrieron. Encuentra una manera de mantenerlas en tu vida. O descubre nuevos caminos donde encontrar satisfacción.”

“Tus hijos necesitan un modelo que sepa cómo encontrar la conexión alegre con una misma y con el mundo.

Si te gusta tocar la guitarra o asistir a la ópera, si te gusta ir en bicicleta o observar un pájaro, date estos momentos. Con el tiempo, compartir lo que tú amas con tus hijos les mostrará cómo mantener este lugar de deleite infantil abierto en sus propios corazones a medida que maduran en la vida. Y tu entusiasmo se extenderá a todas las tareas diarias que tú haces con y para ellos”.

Texto de Sharifa Oppenheimer. ‘Heaven on earth: a handbook for parents of youg children‘ (‘El Cielo en la Tierra: Un manual para padres de niños pequeños